La Selección prosigue su camino inmaculado en este Eurobasket: 7 de 7 y la única invicta a estas alturas del campeonato. Segunda fase perfecta y Montenegro espera en el cruce de cuartos. De ganar el próximo jueves, el objetivo estaría ya cumplido ya que España se habrá clasificado, al menos, en el Preolímpico del próximo verano. Sólo quién gane el oro se ahorrará este trámite.
Rusia también cedió ante las de Mondelo, que tenía clara cuál era la clave: “Son un equipo sin espíritu. Si las llevas al máximo, se hunden”. Dicho y hecho. La zona no frenó a la Selección que sacó petróleo de la movilidad de sus interiores y de las penetraciones por línea de fondo de Cruz y Torrens, que aprovechaban su rapidez ante las gigantes rusas. El tiro de cinco metros de Laura Nicholls sigue siendo demoledor y Ndour es una amenaza también lejos del aro. Entre las dos y los destellos de Alba Torrens (5 asistencias al descanso y 24 puntos al final) y Marta Xargay, la Selección se puso +19 (30-11, min. 14). Y de Prince, la nueva Hammon de esta Rusia, ni rastro. La que sí apareció fue de Maria Vedeeva. A sus 16 años —cumple 17 en unas semanas— le echó morro y le sacó un par de faltas rápidas a Luci Pascua en la primera mitad. En el descanso, con 6 puntos, ya era la máxima anotadora de su equipo. Acabó con 15 y fue la única que le aguantó el envite a España.
Rusia fue la bestia negra de la Selección durante años, aunque no tiene mucho que ver con aquel equipo que castigó al nuestro en el Europeo de Italia 2007. España se puso 21 arriba en el tercer asalto (42-21), pero un par de buenos minutos de Prince —y Vadeeva sumando poco a poco, en plan hormiguita— rebajaron la renta a 13 puntos (50-37) tras una antideportiva de Palau. Rusia apretaba, pero no asustaba, aunque con sus menos habituales en pista que sí fueron capaces de maquillar el resultado: menos talento, pero más carácter. Las de Myshkin se pusieron a 7 tras un 2+1 de Beglova, pero no quedaba tiempo. Sólo 28 segundos en los que Silvia Domínguez firmó la última canasta.