El técnico uruguayo Alejandro Larrea dejó el Deportivo Llacuabamba acusando maltrato por parte del presidente de la comunidad minera, Hernán Saavedra, quien descalificó a los refuerzos extranjeros y a él, al punto de llamarlos "muertos de hambre", según revela el asistente técnico Alberoni Palma.
"El único resposable es Hernán Saavedra (presidente de la Comunidad Llacuabamba), nosotros teníamos un acuerdo con Édgar Tito López (presidente en ejercicio del club). Él se presentó y nos dijo que él era el que decidía todo. A los jugadores Christian Alba (uruguayo), quien ha sido seleccionado juvenil de Uruguay, y Jonathan Lozano (colombiano), quien debutó a los 17 años en la Copa Libertadores con Cúcuta, que no era posible lo que iban a ganar, que no se lo merecían, que había gente en la comunidad de Llacuabamba y en el fútbol peruano que se lo merecía más. Llegó a decirles muertos de hambre", indicó Palma en conversación con américadeportes.pe.
Hernán Saavedra anunció a Carlos Cortijo como nuevo técnico del equipo, dejando al margen a Larrea, a quien cuestionó por su capacidad y por, supuestamente, no tener la Licencia Pro para dirigir en la Liga 1.
"Empezó a decir que Alejandro (Larrea) no tenía la capacidad para dirigir un cuadro como Llacuabamba, cuando él ha dirigido en China, Uruguay y Costa Rica, con la que fue al Mundial Rusia 2018. Él si tiene la licencia para dirigir", apuntó.
Ante esta situación, Alejandro Larrea decidió abandonar Deportivo Llacuabamba junto a los refuerzos que había propuesto y su lugar sería ocupado por Carlos Cortijo, al que Palma acusó de "falta de ética", quien llegó a Parcoy para cerrar su incorporación al recientemente ascendido.