El presidente de Atyrá, Rubén Deggeller, decidió echar a todo el plantel y al cuerpo técnico por solidarizarse con cuatro futbolistas que fueron separados por un supuesto bajo rendimiento (Federico Giménez, Diego Escobar, Marcelo Cáceres y Robert Aldama).
Ángel Martínez iba a seguir en el cargo, pero para ello debía aceptar la decisión que llegó desde el despacho del titular de los cordilleranos. “Entrenamos todo y recibí una llamada del presidente en donde decía categóricamente que los cuatro jugadores no iban a jugar. Yo no acaté la orden”, dijo.
El entrenador comunicó la determinación del dirigente a su plantel y luego hizo causa común con los jugadores. “Venimos remando con un equipo humilde, el 70 por ciento es de la comunidad”, explicó en conversaciones con Fútbol a lo Grande por Monumental 1080 AM.
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Martínez lamentó que la duda se produzca a esta altura, a faltas de tres jornadas para la finalización de la Categoría Intermedia y que involucra a Marcelo Cáceres, hijo del legendario defensor del Olimpia Virginio Cáceres. “Ustedes piensan que va a ensuciar el nombre de su padre”, apuntó.
“Dudar después de 27 fechas de la honorabilidad de los jugadores es desastroso. Lastimosamente se acabó también mi gran sueño de dirigir en Primera División”, sentenció.
El equipo marcha cuarto con 47 puntos, a solo 3 de la zona de ascenso. Las cuatro primeras posiciones están de la siguiente manera: Guaireña 53 puntos, 12 de Octubre de Itauguá 50, 2 de Mayo de PJC 48 y Atyra 47. Ascienden los dos primeros y aún restan 9 fechas por jugar.