Cuando el Atlético de Madrid reclutó a Kieran Trippier (29 años), algunos analistas pusieron en duda la capacidad del futbolista para adaptarse a un equipo y una competición que nada tenían que ver ni con el Tottenham ni con la Premier League. Es más, algunos hasta recordaron las habituales complicaciones que suelen encontrar los jugadores ingleses cuando abandonan el fútbol de las islas.
Pues bien, lejos de cumplir esas previsiones de los más agoreros, el carrilero ha evidenciado que ese posible salto mortal no ha sido para él más que un pequeño brinco. El hecho de que sea uno de los cuatro jugadores que, hasta la fecha, no se ha perdido ni un solo minuto en partido oficial (los otros tres son, Saúl, Koke y José María Giménez) constata que su adaptación, además de rápida, ha sido impecable.
De su excelente aclimatación a la Liga y al combinado colchonero no solo dan fe los minutos acumulados, también la sensación de que su rendimiento siempre ha rondado el notable. Comprometido en defensa y con una evidente capacidad para correr la banda, el de Bury también ha destacado por su sensacional golpeo de balón, cualidad que le ha permitido firmar ya dos asistencias y convertirse en uno de los principales especialistas del equipo en el golpeo a balón parado.
Aunque aún es pronto para emitir un juicio definitivo, resulta lógico pensar que Trippier no tendrá demasiados problemas para mantener su estatus en el equipo rojiblanco y para demostrar que los 25 M€ que costó su fichaje fueron sin duda una buena inversión.