¿Maldición del líder en la Liguilla? Más maldición es jamás haber acabado en primer lugar en ningún torneo corto y a Pumas le ilusiona lograrlo por primera vez.
Son 18 Liguillas jugadas por Universidad desde que iniciaron esta era semestral en 1996; cinco finales jugadas y cuatro títulos obtenidos. ¿Y lideratos? Hasta el momento este club nunca ha finalizado la temporada regular en la cima de la clasificación y ahora, confirmado como la eminencia de este Apertura 2015, el conjunto capitalino espera decorar su propia historia.
Está más cerca que nunca de lograrlo. A falta de cuatro partidos de Liga MX, Pumas está virtualmente calificado a la Fiesta Grande gracias a sus 28 puntos, sin embargo tendrá que defender el primer lugar hasta el final, pues el segundo lugar Toluca tiene 26 puntos y en solo un descuido podría ser rebasado en cuanto a puntos.
Con todo y que ha demostrado por qué es el mejor club del campeonato.
Al conjunto de Guillermo Vázquez (ocho victorias en 10 partidos) le resta enfrentar a Chiapas, Tijuana, Querétaro y América (intercalando localías y visitas) y de mantener el ritmo como hasta ahora, parece que podrá lograr su cometido sin importar el duelo final ante las Águilas.
Y es que de los tres primeros mencionados, Chiapas es el mejor clasificado (9°), pero es uno de los peores visitantes, tiene cinco partidos sin ganar y resulta que Pumas ha triunfado en todos sus partidos en Ciudad Universitaria. Tijuana tiene cuatro derrotas en cinco partidos sin ganar y Gallos Blancos no se despega del último cuarto de la tabla de posiciones.
El duelo contra América es de pronóstico reservado, pero si Pumas se apega a la lógica, podría llegar a la Jornada 17 con 37 puntos, que parece más que suficiente para asegurar el liderato. Lo más cerca que ha estado de lograrlo son esos cuatro segundos lugares en torneos cortos. Porque en campeonatos largos, el equipo auriazul sí acabó primero en tres ocasiones (1977, 1985, 1991).
La tradición de Pumas es opuesta y le ha bastado con llegar de último a la Liguilla para ser campeón, pero esta vez el equipo es muy serio y si tiene que lidiar con la maldición de que el líder del torneo casi nunca es campeón, que así sea.