Aitor Francesena, de 40 años, es un español que ama las olas y el mar. El llamado ‘gallo’, vive enamorado del océano y ha dedicado su tiempo en ser instructor de surf para nuevos talentos.
Aunque Aitor sufre una enfermedad genética que no le permite ver, eso no ha impedido que siga cumpliendo su sueño de cabalgar las tablas de surf en el mar y de enseñar a los más jovenes.