El Montenegrino hace recomendaciones
Para iniciar un verdadero proceso en la selección nacional, el maestro Dusan Draskovic (dirigió a la Tricolor entre 1988 y 1993) sugiere reunir dos factores esenciales: material humano y armonía para trabajar. La inversión económica es fundamental. Pero el montenegrino recomienda a la Ecuafútbol no derrochar millones de dólares en contratos con entrenadores del exterior, sino fijarse en los técnicos nacionales preparados, que trabajan con las formativas de la Tri. Dusan (79 años) los recomienda, al menos, para que afronten los amistosos que se aproximan hasta que la FEF y la LigaPro lleguen a un consenso.
¿Cuánto ha evolucionado el fútbol nacional desde que usted llegó, hace 30 años?
En tan corto tiempo (de 1992 a 1993, su último contrato como DT de Ecuador), con cuatro selecciones incluida la absoluta, todas estuvieron entre las cuatro primeras. Clasificar a mundiales con las cuatro selecciones (sub-17, sub-20, sub-23 y la absoluta) al mismo tiempo en un periodo de dos años va a ser difícil. Nunca se podría hacer eso si no existe material humano, y Ecuador tiene un material humano excepcional.
¿En qué se falló camino al Mundial Rusia 2018?
En la última eliminatoria ganamos 12 puntos seguidos y nos quedaban 14 partidos (42 puntos disponibles). Perdimos sobre todo en Quito porque sucedieron cosas increíbles. Por ejemplo, no es que no se pueda jugar con el esquema 4-2-3-1 (alineación que Dusan introdujo en el Barcelona de 1995), pero Gustavo Quinteros (DT de esa selección), a quien quiero mucho, siguió jugando con el 4-2-3-1 (para Quinteros, un esquema aplicado en ataque) con el que fracasaron los mejores clubes del mundo y la mismísima selección de Brasil ante Alemania (1-7) y frente a Holanda (0-3), en el Mundial del 2014. Después lo acusaron (a Quinteros) que ponía jugadores de Emelec y de un empresario, hijo de un (exdirigente) poderoso.
¿Le mencionó esto a Quinteros?
Yo pensaba que él vivía en Quito, luego me enteré de que él vivía en la vía a Samborondón. Si hubiera sabido eso, lo llamaba y le pedía que venga a mi casa, tomábamos un café y pude haber ayudado.
¿De qué manera intentó colaborar con la Selección?
La comisión técnica que armó la FEF (bajo asesoría de Iván Hurtado y Édison Méndez) pidió que yo entrara a ayudar como director deportivo para intentar clasificar. Hicimos un programa y se lo entregamos a (Carlos) Villacís (titular de la FEF). Después me encontré con Quinteros, hablamos dos horas y le dije cómo yo jugaría ante Brasil (en Porto Alegre), cuando aún teníamos opciones de clasificar.
La FEF confirmó el regreso de Hernán Darío Gómez, ¿fue correcta la elección?
El técnico que venga tendrá el mismo problema que yo tuve cuando fui a dirigir a Bolivia, donde existe una federación y una liga profesional. Yo pensaba que mandaba la federación, y cuando armé la convocatoria para unos amistosos me enteré de que no existía un reglamento que obligara a los clubes a prestar a sus jugadores.
¿Si no hay consenso entre FEF y LigaPro no se puede hablar de proceso?
Si esa armonía no está bien hay un choque; (el DT de Tri) puede tener problemas. Me parece increíble adelantarse para poner a alguien en esta atmósfera, cuando las elecciones de la FEF son en enero.
Usted hace énfasis en los técnicos que hay en nuestro país...
Los técnicos de las formativas, Javier Rodríguez, Luigi Pescarolo, están preparados, son chicos excelentes. Ellos podrían afrontar esos 3 o 4 amistosos (para lo que resta del 2018) y cuando todo se estabilice y se acuerden reglamentos, ahí sí poner un nuevo cuerpo técnico.
¿Jugar en la altura ya no es provechoso para la Tri?
Ecuador tiene que aprovechar la altura más que todo si logramos tener más jugadores que militen en Ecuador. Debe alegar (ante la Conmebol) que tiene el derecho de decidir dónde jugar: en la altura y en el llano, en las eliminatorias.
Si ese fuera el caso, ¿cuál debe ser la casa de la Tri?
Si tocara el primer partido en casa, yo jugaría en Guayaquil porque nuestros jugadores que vienen de afuera, que son el 80%, pueden jugar al tercer día. Pero si –los del llano– van a Quito dos días antes, el tercero es el día de máxima crisis. Si nuestros jugadores llegan un lunes y juegan el domingo, no tienen casi ningún problema porque en el sexto día desaparecen los factores negativos. Cuando tengamos que jugar primero de visitantes, yo jugaría en Quito el segundo partido. (D)
La presencia de Dusan Draskovic dio un cambio radical en el fútbol ecuatoriano. Con él sí podemos hablar de un proceso.
Alberto Sánchez Varas,
periodista e historiador guayaquileño.