La Superliga argentina regresa en agosto con el retorno del público visitante en los estadios luego de cinco años, adelantó a la AFP el director nacional de seguridad deportiva de Argentina , Guillermo Madero .
La medida, que tendrá pruebas piloto, fue consensuada entre el Estado, la Superliga y los 26 equipos de primera división, aunque solo la mitad de ellos aceptó el ingreso de visitantes en sus estadios.
Por precaución, las autoridades prefieren que el proceso sea gradual y, hasta el momento, los cinco equipos más importantes -River, Boca, San Lorenzo, Independiente y Racing- no aceptarán público visitante. Asimismo, aquellos clubes que muestren buena conducta podrán contar con más localidades habilitadas para el partido siguiente.
Así termina una prohibición impuesta para frenar los sucesos de violencia en los estadios de fútbol, que contabilizan 90 muertos en la última década.
La violencia en los estadios bajó en los últimos años en Argentina: luego de contabilizar 18 muertos en 2014 la cifra bajó a seis en 2017 y una sola víctima en lo que va de 2018.
En los últimos años, los equipos más chicos o de ciudades alejadas de Buenos Aires vendieron entradas para rivales en forma encubierta, usando la categoría de público neutral y, hasta el momento, solo los torneos de verano, la Copa Argentina y las copas internacionales permitieron el ingreso de ambas parcialidades.
Las entradas serán vendidas por la propia Superliga y no más por los clubes y solo se ofrecerán a quienes soliciten, gratis, su tarjeta de identificación de aficionado que, al igual que en el Mundial de Rusia, se llamará FanID y será validada por el Ministerio de Seguridad.
"El Fan ID es la herramienta para terminar con la inseguridad en el fútbol. En Rusia fue la primera vez que se utilizó y funcionó de manera excelente", dijo Madero a la AFP.