Descontrol total. Se ha vuelto todo un clásico: los jugadores del equipo campeón interrumpen la conferencia de prensa de su técnico para bañarlo, cantar y festejar el título. Y los franceses campeones del mundo no fueron la excepción. Liderados por Pogba y compañía rompieron el protocolo de la conferencia de prensa de Didier Deschamps para seguir con los festejos.
"Son una banda de locos...pero estamos felices" , fue el grito de Deschamps, al que no le quedó más remedio que unirse a los festejos de sus pupilos, para luego seguir atendiendo a los periodistas y respondiendo a las preguntas.
Deschamps destacó que "nunca se había visto un Mundial como éste, porque el alto nivel de los equipos, con equipos pequeños que con sus planteamientos defensivos hicieron mucho daño a los grandes, y en el que se demostró que los equipos con más posesión fueron derrotados con la velocidad en ataque".
El técnico admitió no saber si Francia "era el mejor equipo, pero acabamos primeros de grupo y después comenzó una nueva competición, con las eliminatorias directas, en las que los jugadores demostraron un gran carácter competitivo".
Y calificó de "determinante" para el éxito de Francia el haber eliminado en octavos "a una gran nación de fútbol como Argentina y a su estrella Lionel Messi".
"Eso dio mucha fuerza a mis jugadores, aunque la euforia se podría haber pagado cinco días más tarde (contra Uruguay en cuartos), pero este grupo ha demostrado tanta hambre por llegar aquí que es lo que explica esta apoteosis", añadió.
Didier Deschamps, campeón del mundo como jugador (1998) y jugador (2018). (Getty).