22/11/2024

Mundial 2018 | La magia de Forsberg saca a Suiza del Mundial

Martes 03 de Julio del 2018

Mundial 2018 | La magia de Forsberg saca a Suiza del Mundial

El técnico Janne Andersson volvió a dar una lección a todos. Su equipo, repleto de trabajo y un guion al que se ciñen hasta le última coma, se impuso ante una Suiza que solo llevó peligro desde la banda (1-0). Tocaba empezar a descifrar quiénes (...)

El técnico Janne Andersson volvió a dar una lección a todos. Su equipo, repleto de trabajo y un guion al que se ciñen hasta le última coma, se impuso ante una Suiza que solo llevó peligro desde la banda (1-0). Tocaba empezar a descifrar quiénes (...)

Tocaba empezar a descifrar quiénes serían los dos últimos integrantes de los retos de cuartos de final. Para conocer al primero de estos nombres, Suecia y Suiza se enfrentaban en un duelo que sobre la pizarra ya traía la condición de igualado, algo que trasladaron los dos contendientes al terreno de juego, con la sonrisa final para los suecos.

El choque comenzaba con un intercambio de posesiones y acercamiento. Lentamente, ambas selecciones se tanteaban y empezaban a demostrar la conducta a seguir sobre los próximos minutos que se tradujo, tras los primeros compases del encuentro, en una mejor disposición para los discípulos de Andersson. Dos acciones consecutivas de Marcus Berg iban a dejar muestra de la mejor salida de los nórdicos. El delantero erraba de forma clamorosa ante Sommer después de que Toivonen, con un gran toque, le dejara solo delante del meta. Seguidamente, en una buena acción de presión, forzaban el error en el despeje del portero suizo y el balón acababa dentro del área, justo en las botas de Berg, quien tardaba en lanzar su disparo y acababa topándose con Akanji. Ekdal, llegando desde atrás, tampoco logró mejor fortuna y enviaba desviado el esférico por encima de la portería.

Suecia había lanzado el primer aviso. Ese esfuerzo en la presión daba sus frutos, las líneas juntas, con ayudas constantes entre compañeros, no solo permitían recuperar el balón con relativa velocidad, sino también apoyar su juego a la hora de enlazarla ofensiva. Mucha solidaridad en un equipo sueco que estaba trabando la elaboración de Suiza. Lo más destacado para los navajos eran las apariciones esporádicas de un Shaqiri que con su país se ha convertido en un dolor de muelas para cualquier rival. Este, aparecía tirado al costado derecho y buscaba seguidamente con un centro a algún compañero en el área pequeña, donde no acababa de hallar fortuna, aunque estas significaron el mayor peligro hasta el momento que propiciaban los suizos.

Los suecos seguían cumpliendo con su trabajo. Haciendo pasar desapercibida a la medular contraria y forzando ese juego por bandas que, por altura, no les iba mal defender. Suiza tenía la posesión, pero era Suecia quin disponía de las mejores ocasiones, como aquella de la que iba a disponer Berg para adelantar a los suyos. Cazó el balón dentro del área y sacó un rápido disparo en el que hizo brillar, con una gran estirada, a Yann Sommer. Suiza trataba de zafarse la gran disposición sobre el terreno de juego de los suecos, aunque no les resultaba fácil deshacerse de una selección tan bien armada en su estilo. En una excelente combinación entre Zuber y Dzemaili, este último casi lograba batir a un Olsen casi inédito en los que llevábamos de encuentro. La corriente, excepto a ligeros zarpazos, seguía tiñéndose de azul y amarilla, y Albin Ekdal fue el único responsable de que los suyos no se fueran con victoria al marcador pues, tras un preciso centro desde la derecha de Lustig, este, sin marca alguna, dudó en el remate y terminaba realizándolo de la peor manera, sacando el balón por encima de la portería

Suecia persistió hasta llevarse el premio

La segunda aparte arrancaba con una Suecia que quería imponer el mismo guion que hasta el momento había impregnado el encuentro. E incluso a la primera de cambio, Toivonen avisaba con un disparo que no veía portería para fortuna de los navajos. Suiza no estaba dispuesta a seguir bajo la mejor disposición de los suecos y estiraba su posición sobre el campo. Ricardo Rodríguez era ya una constante en campo rival y de su zurda llegaba una lluvia de centros con la que intentaban marcar la diferencia. En uno de ellos, Olsen se vio obligado a intervenir para evitar lo que pudo significar un susto para los suyos.

La corriente estaba siendo empujada por los suizos. Querían ser los protagonistas en área rival, aquellos que intimidaran a la portería contraria, pero la aparición de Emil Forsberg iba a estropear el nuevo escenario que se planteaban los suizos. La estrella de Suecia no había brillado hasta ahora, pero si algo te hace tener dicha condición es la capacidad de marcar la diferencia en una única acción. Este ya dejaba entrever que iba cogiendo ritmo. Conducía, trataba de progresar por banda y, finalmente, en una arrancada que terminaba con su presencia en la frontal, amagaba primero con el disparo para superar a un rival y, tras esto se atrevía, con un lanzamiento que, previo toque en el pie de Akanji, se introducía en la red de Suiza. El gran paso estaba dado y Suiza, que no terminaba de hallar el mecanismo, estaba ahora contra las cuerdas.

Los de Petkovic intentaban evitar su destino en los 20 minutos que les quedaba de partido. El técnico realizaba todos los cambios a su disposición y trataba, con escasos recursos, de levantar el marcador. La idea era fija, intentos constantes desde el costado, donde Breel Embolo y Haris Seferović dispusieron de dos ocasiones de cabeza que no variaron el resultado final, pero si hicieron intervenir, en el caso del segundo, de manera decisiva a Olsen. Era el minuto 91 cuando el sueco de 1’98m era exigido al máximo, y Suiza seguía precisando de un gol que no llegó antes de que Skomina dictaminara el término del encuentro. Gran victoria para Suecia que, contra todo pronóstico, se introduce en los cuartos de final del Mundial.

MVP | La aparición estelar de Emil Forsberg

La estrella de Suecia apareció finalmente en este Mundial para meter a los suyos en cuartos de final. El sueco apareció en varias ocasiones para empujar a su equipo hacia la meta defendida por Yann Sommer hasta que finalmente, de sus botas, nació el tanto de la victoria. Un gran amago y un disparo con gran dosis de fortuna supuso no solo la ventaja, sino un triunfo que hace soñar a todo un país con mayores cotas.

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