En cualquier análisis previo al arranque del Mundial, la última jornada del Grupo F se pintaba como el escenario idóneo para que los tres rivales de turno de Alemania apurasen sus opciones de alcanzar el segundo puesto. Nada más lejos de la realidad, los germanos, que venían firmando un fútbol menos práctico y demoledor que en otras ediciones mundialistas, se presentaron en este choque final con la necesidad de obtener una victoria. Una derrota o un empate, les hacía quedar a expensas de lo que ocurriese en el choque entre México y Suecia.
Quizá el tener que enfrentarse a una situación inesperada (no queda apeado de este torneo en primera ronda desde 1938) provocó que el conjunto alemán mostrase de nuevo la misma cara más bien triste que en anteriores choques. Con un centro del campo muy alejado de su mejor nivel, el peso ofensivo volvió a recaer en Marco Reus y Timo Werner, la pareja que ya sostuvo a la Mannschaft ante Suecia. Eso sí, ninguno de sus intentos llegó a generar peligro sobre la portería bien defendida por Hyun-Woo Cho.
Asimismo, a los teutones también les sorprendió la decisión con la que Corea de Sur afrontó el encuentro. Lejos de encerrarse para buscar sus opciones a la contra, el combinado asiático apostó por jugarle de tú a tú a su rival y, de hecho, bien pudo haberse ido al descanso con ventaja si Heung-Min Son hubiese llegado a un mal rechace de Manuel Neuer tras disparo de falta de Jung Woo-Young (minuto 18) o sí, apenas cinco minutos después, su disparo desde casi el pico del área pequeña no se hubiese perdido por encima del larguero.
Alemania se lanza en busca del gol...pero acaba perdiendo
Como cabía esperar, Alemania dio un paso al frente tras la reanudación. Los germanos no querían quedar a expensas de otros marcadores y apretaron el acelerador. De hecho, en los seis primeros minutos del segundo acto generaron mucho más peligro que en los 45 jugados con anterioridad. Eso sí, ni Leon Goretzka fue capaz de superar al felino Hyun-Woo Cho con un cabezazo libre de marca ni Werner de acertar con la portería en un disparo de corta distancia.
Superada esta fase de dominio -sin obtener premio alguno-, el cuadro europeo fue perdiendo fuelle. Joachim Löw reaccionó desde el banquillo dando entrada a Mario Gómez y Thomas Müller por Sami Khedira y Goretzka. La presencia del primero sirvió para liberar a Werner, como ya ocurrió ante Suecia, y para generar más de un dolor de cabeza a una zaga coreana que tuvo que emplearse a fondo para contener la superioridad física del punta del Stuttgart.
Aunque llegó a parecer que el gol alemán acabaría cayendo por insistencia, Corea nunca le perdió la cara al partido y salió al ataque cada vez que la ocasión lo merecía. Por eso, no debe sorprender a nadie que, ya en tiempo de prolongación, los asiáticos forzarán un saque de esquina y el central Young-Gwon Kim, libre de marca, acabase empujando el balón a la red tras un pésimo despeje de la zaga alemana. Aunque tuvo que consultar al VAR para contrastar que no existía fuera de juego, el árbitro dio validez al tanto y permitió a los asiáticos conseguir una victoria para ellos más anecdótica que otra cosa, pero muy relevante para la suerte de un torneo mundialista que de esta forma dice adiós a uno de sus firmes candidatos, al vigente campeón, a un equipo, que por otra parte, ha estado a años luz de su mejor nivel y que acabó encajando el 2-0 ya en el 96 con Manuel Neuer buscando el gol en el área rival (obra de un hasta entonces desafortunado Heung-Min Son).
MVP | Hyun-Woo Cho, el muro que separó a Alemania de octavos
Seguramente por falta de conocimiento y por esos prejuicios tontos e injustos que tenemos los aficionados europeos, Hyun-Woo Cho podría parecernos de todo menos un portero de primer nivel. Pues bien, ante Alemania, el meta mantuvo el sensacional nivel que ha venido exhibiendo en todo el torneo y firmó varias paradas de mérito que resultaron determinantes para que los teutones quedasen apeados del Mundial.
Suecia golea a México y se cuela en octavos
No se imaginaba México que, tras superar a Alemania y Corea del Sur en sus dos primeros choques y ofrecer un fútbol más que convincente, iba a llegar a esta última jornada con necesidad de sumar al menos un punto para no verse en problemas. Tal vez por eso, su técnico, el colombiano Juan Carlos Osorio, se olvidó de esas rotaciones que tanto le gustan y volvió a conformar un once de nivel en el que no faltaron ni los apercibidos Héctor Moreno y Héctor Herrera.
Su decisión era, sin duda, coherente, ya que se trataba de dos de los jugadores aztecas más capacitados para, en teoría, mantener el duelo físico que como se constató desde el minuto 1 iba a proponer Suecia. Los nórdicos, que han asumido con naturalidad su incapacidad para generar juego a ras de césped, tratan de sacar partido a los balones en largo, las prolongaciones, los centros laterales y las jugadas a balón parado y la verdad es que, pese a que carecen de una delantera con verdadera capacidad goleadora, al menos sí que logran generar temor en las zagas rivales.
De hecho, si alguien mereció irse al descanso con ventaja ésa fue, sin duda, la selección sueca. Emil Forsberg, futbolista que hasta hoy había pasado bastante desapercibido, se convirtió en un pequeño tormento para la defensa centroamericana y entre él y Marcus Berg generaron un buen puñado de acciones de pelirgo que, en al menos un par de ocasiones, obligaron a intervenir con mérito al Memo Ochoa, sustento de un equipo mexicano algo timorato y en el que sólo Carlos Vela parecía capacitado para dar un paso al frente.
Por cierto, en estos primeros 45 minutos, hubo tiempo para que Jesús Gallardo viese la tarjeta más rápida de los mundiales (a los 15 segundos) y para que el colegiado argentino Néstor Pitana obviase un penalti por mano del Chicharito Hernández que pareció claro después de pasar el filtro del VAR. Eso sí, México también podría quejarse de un empujón del meta Robin Olsen a Moreno que ni el árbitro ni sus múltiples ayudantes pudieron o quisieron ver.
Suecia impone su ley y México se encomienda a Corea
Aunque es cierto que los aztecas habían llegado a la pausa con una mejor actitud, Suecia volvió a arrancar con más bríos en el segundo periodo. Por eso, apenas resultó extraño que al cuarto de hora ya dominase el marcador por 0-2. El primer tanto llevó la firma de Ludwig Augustinsson, que aprovechó un mal disparo de Viktor Claesson para anotar desde el segundo palo (minuto 50). El segundo, la del inagotable Andreas Granqvist, que transformó con maestría un penalti buscado con picardía por Marcus Berg (minuto 61).
Andreas Granqvist es el primer jugador sueco en anotar al menos dos goles desde Henrik Larsson en 2002.#MEXSWE #Rusia2018 pic.twitter.com/JBvKKWIbvr
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Aunque trató de reaccionar, la irreconocible México se suicidó definitivamente en el 74. El lateral diestro Edson Álvarez no logró impactar bien el balón en un centro desde la derecha y lo que debía ser un despeje se convirtió en un golpeo mordido que acabó entrando en su propia portería sin que Ochoa pudiese reaccionar.
Tras el 0-3, la Tri quedó a expensas de Corea. Si los asiáticos eran capaces de ganar o, al menos, conservar el empate, su pase quedaba garantizado. De lo contrario, tanto esfuerzo habría resultado baldío. Por suerte para ellos, Young-Gwon Kim marcó en la prolongación y les permitió acceder a octavos como segundos de grupo.
MVP | Andreas Granqvist, el más puro ejemplo de la fiabilidad nórdica
Un día más, el experimentado central ejerció de líder de su escuadra. Solventó el trabajo defensivo con la eficacia de siempre, generó indudable peligro en cada incorporación al ataque y, además, volvió a mostrarse certero desde el punto de penalti. El central del FC Krasnodar es un gran ejemplo de lo lejos que se puede llegar en el fútbol aplicando el sentido común.
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Suecia y México avanzan a octavos después de un desenlace dramático. pic.twitter.com/PhnmfEK8mx
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