El delantero sueco que se desempeña en la Bundesliga, Emil Forsberg, dijo que necesita ser más como él para silenciar a sus críticos y enviar a casa al campeón reinante cuando lo enfrente en la segunda fecha del Grupo F del Mundial de Rusia.
Un triunfo para los dirigidos por Janne Andersson podría hacer que Alemania, país en el que juega Forsberg con el Leipzig, abandone la Copa del Mundo en la primera ronda por primera vez en 80 años.
"La presión está en Alemania, al mismo tiempo no queremos entrar y decepcionarnos. Queremos mostrar la buena cara de Suecia", dijo el jugador de 26 años, quien tuvo una estrecha marcación durante el triunfo de su selección sobre Corea del Sur por 1 a 0, aunque es posible que no haya tenido tantas críticas como el combinado germano, que perdió ante México, y sabe que tiene más para dar en el funcionamiento del elenco escandinavo.
"Soy bastante bueno para abordar las críticas, estoy tranquilo, seguro de mí mismo y estable. Entiendo que si escribes que fui malo cuando he sido malo, entonces es normal", dijo Forsberg ante la prensa.
Los suecos entrenaron el miércoles bajo el sofocante sol de la costa del Mar Negro, y el atacante dijo que eso fue bueno para dar algunos toques al balón y practicar las definiciones antes del partido del sábado donde intentará enviar a los alemanes a casa.
Conocido por su ritmo, equilibrio y engaño, Forsberg rápidamente se hizo de un nombre en Alemania tras su llegada en enero del 2015. "Haremos todo lo que podamos, y seremos lo más listos posible con el balón y sin él. Cuanto más dure el partido, más desesperados se sentirán si no anotan", apuntó.
El aspirante a sucesor de Zlatan Ibrahimovic, quien se retiró de la selección después de la Eurocopa del 2016, ha luchado por ser el creativo en los recientes partidos, lo que generó algunas críticas de los medios.
"Vivo con alta presión todos los días, pero la presión más alta viene de mí mismo. Puse mi listón muy alto porque sé lo que puedo hacer", confesó antes de dejar las claves del encuentro ante Alemania: "Solo necesito ser Emil Forsberg, creer en ello, recibir el balón y mover mis pies", apuntó.
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