15/11/2024

Las mujeres iraníes se rebelaron en Kazan y pelearon en Teherán

Jueves 21 de Junio del 2018

Las mujeres iraníes se rebelaron en Kazan y pelearon en Teherán

El gobierno dio marcha atrás y no les dejó ver el partido con España en pantalla gigante en el estadio de la capital. Ser mujer es difícil. Y peligroso, sobre todo en países donde gobiernos y religiones patriarcales aún no se enteraron que la Humanidad transita el Siglo XXI. Irán es uno de ellos. Como en tantos

El gobierno dio marcha atrás y no les dejó ver el partido con España en pantalla gigante en el estadio de la capital. Ser mujer es difícil. Y peligroso, sobre todo en países donde gobiernos y religiones patriarcales aún no se enteraron que la Humanidad transita el Siglo XXI. Irán es uno de ellos. Como en tantos

Ser mujer es difícil. Y peligroso, sobre todo en países donde gobiernos y religiones patriarcales aún no se enteraron que la Humanidad transita el Siglo XXI. Irán es uno de ellos. Como en tantos otros lugares, las mujeres de esa geografía luchan a diario contra el mandato establecido. Ayer, las iraníes dieron una batalla memorable, en Teherán y en Kazán, donde la selección masculina de fútbol jugó contra España por el Grupo B del Mundial ruso. ¿Ganaron la batalla, la perdieron?

Mujeres iraníes observan el partido del Mundial de Rusia 2018 entre España e Irán en Kazán. EFE

Mujeres iraníes observan el partido del Mundial de Rusia 2018 entre España e Irán en Kazán. EFE

El gobierno iraní había soltado la férrea mano masculina y permitió que mujeres y hombres vieran el duelo mundialista en pantallas instaladas en el estadio Azadí, con capacidad para 100.000 personas. Habían puesto en venta cerca de 20.000 entradas y una marea de mujeres se encaminó desde temprano hasta la cancha. Sin embargo, el permiso fue cancelado.

Lejos de allí, en el modernísimo estadio del Rubin ruso, mujeres sin velo, maquilladas al uso occidental, pudieron acceder a las tribunas y ver en vivo el partido. Desde allí hicieron campaña, desde luego. “Dejen entrar a las mujeres a los estadios”, fue la leyenda de numerosas pancartas. Los hinchas iraníes fueron locales en Kazan, superando la presencia de españoles. De los 20.000 aficionados iraníes, la mitad eran mujeres de mediana edad, casi todas con residencia en países europeos. Y activistas de la lucha feministas acompañando el reclamo de sus compatriotas.

Mujeres iraníes durante el partido ante España en Kazán. REUTERS

Mujeres iraníes durante el partido ante España en Kazán. REUTERS

¿Fue un paso atrás lo de Teherán? ¿Fue un salto hacia el futuro lo de Kazan? La Revolución islámica liderada por el ayatollah Komeini en 1979 prohibió la reunión de hombres y mujeres en espectáculos públicos. No sólo asistir al fútbol está negado. Tampoco se permite presencia femenina en competencias de natación y lucha libre.

Casi cuarenta años después, la norma sigue vigente, ahora un poco flexibilizada por la lucha feminista y las presiones internacionales. se sabe, como reporta la prensa europea, que la FIFA hizo sutiles gestiones ante el gobierno de Rohani para que descomprimiera el asunto durante el Mundial.

Ver Irán-España, aunque fuera por televisión podía ser un primer paso. La policía impidió el acceso al estadio Azedi pero las mujeres se quedaron a las puertas de la mole por lo que les permitieron ingresar. Pero cuando la transmisión llevó las imágenes desde Kazan y se vieron a hinchas iraníes de jeans y con los labios pintados, cortaron la emisión y desalojaron el lugar.

Tampoco se concretó la promesa de instalar pantallas gigantes en plazas públicas pero el regimen no pudo impedir el encendido de televisores en los bares. Y la policía no quiso desalojar a las mujeres que fueron allí a ver el partido de su selección con los españoles.

El reclamo de las mujeres iraníes en Teherán. EFE

El reclamo de las mujeres iraníes en Teherán. EFE

Según los clérigos ultraconservadores, las mujeres no deben presenciar los vigorosos cánticos de los hombres en las tribunas. “No pueden ser castigadas porque los hombres sean vulgares en los estadios”, señaló el presidente clérigo y presidente Rohani, cuando el tema ganó el debate en el país, antes del partido con Marruecos, un país igualmente “severo” con las mujeres. La prensa europea cree que Rohani perdió la batalla interna con el sector más conservador y por eso se frustró la tarde del Azedí.

El reclamo de las mujeres iraníes en Teherán. EFE

El reclamo de las mujeres iraníes en Teherán. EFE

No están solas. “Este equipo es una familia, una nación jugando sobre el campo, y esto no son palabras vanas, lo hemos demostrado. Si estamos aquí y si hablamos de eso, no estaríamos respetando la competición. Eso es algo que debe tratarse en familia”, dijo Mousad Shojai, uno de los futbolistas del plantel que dirige el portugués Carlos Queiroz, en la rueda de prensa previa al partido con España.

Aunque discreto, al hablar de “familia”, Mousad incluía a las mujeres. Tiene una historia de rebeldía que lo convirtieron en ídolo de los hinchas de su país. Juega en el AEK ateniense, pasó por Osasuna y Las Palmas y estuvo prohibido en la Selección porque cuando estaba en el Panonios desoyó la orden del gobierno de Rohani de no jugar en Tel Aviv ante el Macabi por la Europa League porque “debilitaba los principios de la revolución islámica”.

Masoud, además, es fervoroso defensor de los derechos de las mujeres en Irán. Fue defendido por sus compañeros Ali Karimi y Mehdi Taremi y el técnico Queiroz, al punto que fue perdonado y está en Rusia. Las mujeres iraníes no están solas.

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