Hablar de Colombia en los Mundiales de Fútbol es hablar del gol olímpico de Marcos Coll en 1962.
Es hablar de los históricos empates ante la Unión Soviética en 1962 y Alemania en 1990.
Es hablar de la brillante acción de conjunto para el gol de Freddy Rincón contra los ‘teutones’.
Es hablar de la mejor versión de James Rodríguez, goleador en Brasil 2014.
Es hablar de una historia marcada por alegrías y tristezas.
Todo empezó en 1962 cuando el equipo del entrenador argentino Adolfo Pedernera, ídolo de River Plate, comandó a una selección que se despidió en primera ronda, pero que sorprendió al mundo con el empate 4-4 ante la Unión Soviética, donde Marcos Coll anotó el único gol olímpico de los Mundiales y el santandereano Hermán ‘El Cuca’ Aceros también se reportó en el marcador.
Pasaron 28 años para que apareciera una generación de grandes jugadores que se acostumbraron a ir a los Mundiales.
El director técnico Francisco Maturana revolucionó el balompié nacional y de la mano de hombres como Carlos Valderrama, Freddy Rincón, René Higuita, Faustino Asprilla, Andrés Escobar, Adolfo Valencia y Leonel Álvarez, entre otros, consiguió ubicar al cuadro ‘cafetero’ en la élite del ‘deporte rey’.
En Italia 1990, Colombia avanzó por primera vez a los octavos de final, luego de una destacada primera fase, que cerró con el dramático empate 1-1 ante Alemania.
En la lucha por entrar a cuartos de final, cayó 2-1 contra Camerún, en un juego donde René Higuita pasó de héroe a villano.
En Estados Unidos 1994 la decepción fue inmensa. El combinado nacional llegó con rótulo de favorito, después de una extraordinaria Eliminatoria en la que goleó 5-0 a Argentina, pero en la cita mundialista cayó contra Rumania y Estados Unidos, y la victoria sobre Suiza solo sirvió para despedirse con dignidad. La tragedia superó el plano deportivo, tras el asesinato del defensor Andrés Escobar.
En Francia 1998, bajo la conducción de Hernán Darío Gómez, discípulo de Maturana, Colombia una vez más pasó sin pena ni gloria. El cuadro ‘tricolor’ perdió ante Rumania e Inglaterra y venció a Túnez.
El fútbol nacional entró en una etapa de crisis. Los Mundiales se celebraron sin la presencia ‘tricolor’ hasta que para Brasil 2014, en esta ocasión bajo el mando de otro argentino, José Pékerman, Colombia, como el ave fénix, resurgió de sus cenizas.
El recuerdo de las atajadas de Ospina, los cierres de Yepes, las gambetas de Cuadrado y los goles de James sigue intacto en la memoria futbolística de los aficionados, quienes no olvidan la brillante campaña.
Colombia ganó los tres partidos en la fase de grupos, sobre Grecia, Costa de Marfil y Japón.
En octavos de final, con dos tantos de James Rodríguez frente a Uruguay, logró el histórico paso a cuartos de final, donde cayó contra el anfitrión, Brasil.