Vistiendo elegantes ternos, con la ilusión de lograr el 'hexa' y así borrar, por fin, el horrible recuerdo del Mundial anterior, Brasil llegó este lunes (domingo por la noche en Sudamérica) a Sochi, ciudad que será su centro de operaciones durante Rusia 2018. Neymar encabezó el 'Scratch' que sueña en grande.
El vuelo de la 'canarinha', que despegó de Viena tras su victoria en el amistoso contra Austria (3-0), tomó retraso y aterrizó finalmente sobre las 02H35 locales (23H35 GMT) en esta ciudad balneario que, pese a haber sido la sede de los Juegos de Invierno de 2014, les recibe con altas temperaturas y ambiente veraniego.
Sonrientes y vestidos con el traje oficial azul oscuro confeccionado expresamente para esta Copa, los futbolistas y el cuerpo técnico bajaron a pie a la pista, atravesaron la terminal y partieron en autobús rumbo al lujoso hotel a orillas del mar Negro, que esperan convertir en su fuerte durante casi un mes.
Ello significaría que la 'canarinha' se acerca a la final y, con ella, a cumplir su gran obsesión en Rusia: devolver el orgullo al fútbol brasileño tras la debacle de hace cuatro años en casa, cuando cayeron humillados por Alemania con el 7-1 en contra de la semifinal.
De momento, todo pinta muy bien para la Seleçao de Tite, que desde que asumió el cargo hace dos años apenas ha perdido un amistoso de los 21 partidos que ha dirigido, por 17 victorias y tres empates.
El último triunfo fue este mismo domingo ante Austria en Viena, donde la 'canarinha' volvió a mostrarse vibrante y se impuso cómodamente con los goles de Gabriel Jesús, Neymar y Philippe Coutinho.
Redacción Depor / AFP