Una vez que Ronda Rousey apareció en el panorama de las artes marciales mixtas en la rama femenil, Dana White desechó la idea de no incluir mujeres en UFC.
Luego de sumarse a las filas de UFC logró una revolución que ha permitido que más mujeres estén en la empresa y que haya interés en la disciplina fuera de las filas de esta compañía.
Debido a ello, Ronda Rousey será incluida en el Salón de la Fama el 9 de julio de este año.
Antes de ser profesional, Ronda ya había logrado ser medallista olímpica de bronce para Estados Unidos en Beijing 2008.
La californiana dijo que esa medalla la motivó a trabajar duro para no ser derrotada nuevamente.
En 2011 se hizo profesional y comenzó a llamar la atención por la facilidad con que terminaba sus combates con su famosa palanca al brazo.
Ese fue su movimiento insignia dentro de su carrera en UFC.
De sus 14 peleas como profesional, ninguna llegó al término de los rounds a los que fueron pactadas.
Nueve de sus triunfos fueron por sumisión, tres por nocaut e incluso sus derrotas sucedieron por la vía nocaut.
Sus peleas más sonadas fueron ante Miesha Tate, Cat Zingano y Bethe Correia, entre los triunfos que obtuvo.
Valga hacer mención en 9 meses hizo tres defensas titulares entre películas, con lo que demostró su fortaleza física.
Su reinado como primera campeona femenina de UFC se extendió desde 2013 hasta 2015, fecha en la que fue derrotada por Holly Holm con aquella devastadora patada que le costó el invicto y el cinturón de peso gallo a Rousey.
Un año después combatiría con la nueva campeona gallo, Amanda Nunes, quien en 48 segundos acabó con los sueños de redención de “Rowdy”.
Y eso no le quita la grandeza de sus logros ya que si la mujer fue tundida con todo en la opinión pública fue por su fuerte personalidad, una que nunca demostró temor al reconocerse como la mejor del mundo.
Ronda fue la punta de lanza para que más y más mujeres pudieran entrar a competir a UFC tanto en peso gallo al inicio, como a la división paja, luego pluma y ahora hasta mosca.
Así que la mujer se tiene bien merecido el lugar que se le dará en el Salón de la Fama, porque su grandeza es innegable.