Este viernes comienza la 16° semana del Super Rugby. Un repaso por la previa de todos los partidos de la jornada.
Highlanders v. Hurricanes (el viernes a las 4.35 en vivo por ESPN Play)
CÓMO LLEGAN: No le sobró nada a Highlanders para llevarse un triunfo vital de Queensland Reds, por 18-15. Fue el octavo éxito del elenco de Aaron Smith, que quedó quinto y junto con Chiefs recuperaron el lugar que Jaguares había tomado momentáneamente al jugar el viernes. Hurricanes llegaba con la mejor serie del torneo. Diez triunfos consecutivos y fueron a jugársela a Christchurch. Pero los campeones sabían bien que el triunfo era imperioso para mantener el uno de la general. Lo ganaron muy bien, 24-13.
QUÉ BUSCAN: Es un partido entre dos equipos con pretensiones. Hurricanes llega mejor que Highlanders por lo hecho en el torneo. Pero en este tipo de partidos todo se empareja. Una prueba de riesgo para los dos.
LAS CLAVES: No fue gravitante Highlanders y tuvo altibajos esta temporada. Un equipo que estaba acostumbrado a correr y hacer del offload un arma habitual de ataque no tuvo tantas chances este año. Casi la misma cantidad de tries (42 a favor y 40 en contra) marcan que no fueron contundentes porque no tuvieron tanto dominio sobre sus rivales. En ese panorama volvieron a ser determinantes los medios (Sopoaga-Smith), Naholo con su facilidad para llegar al try y Frizell entre los forwards. Hurricanes llega mejor, pero habrá que ver como repercutió la caída en Crusaders. Las claves estarán en quién defienda mejor, y en poder ser contundentes cuando tengan las chances de anotar.
LOS ANTECEDENTES: Partidazo entre los campeones de 2015 y 2016. Hurricanes ganó los últimos tres, incluidos el de la sexta fecha de este torneo, 29-12. El último de Highlanders en Dunedin fue en 2016, 17-16.
Blues v. Rebels (el sábado a las 2.15 en vivo por ESPN Play)
CÓMO LLEGAN: Muy opaca temporada para Blues, en lo que puede llegar a ser su peor participación en el Super Rugby. Está penúltimo y sólo por encima de Sunwolves. Fue 14° en 2015, cuando también se jugaba el torneo con 15 franquicias. Quedó libre en la fecha pasada y en la anterior perdió en casa ante Crusaders. Rebels buscará su gran oportunidad. Están octavos en la general y un éxito ante Blues puede hacer que superen la línea de Jaguares. Vienen de derrotar a Sunwolves, 40-13.
QUÉ BUSCAN: Para Blues el objetivo será recuperar a los lesionados y poder empezar a hacer algo de lo que insinuó a comienzos del año. Rebels nunca entró en la zona de playoffs, y tiene la oportunidad de clasificar por primera vez (su mejor posición fue el décimo lugar en 2015).
LAS CLAVES: Todos los problemas que tuvo en el año Tana Umaga para poner en cancha el mejor equipo. Las lesiones incidieron en el juego, que con muchos jóvenes fue muy desordenado. No poder aprovechar la calidad de los hermanos Ioane, que sumaron 14 de los 38 tries, fue una de los datos de cómo no desequilibraron con dos jugadores determinantes en cualquier formación. Rebels fue un gran animador de la conferencia australiana. Mucho más ofensivos que el año pasado y con mejores recursos se juegan la gran oportunidad de clasificar como número uno de Australia. La dinámica que imprimen sus forwards y los que aportaron tries, Maddoks, Koroibete, English y Naivalu, alimentan la ilusión de alcanzar a Waratahs.
LOS ANTECEDENTES: Jugaron muy poco en el Super Rugby, con cuatro éxitos para Blues y sólo dos de Rebels. Los de Melbourne nunca ganaron en Auckland. Los dos éxitos fueron en su cancha en 2012 y 2015.
Chiefs v. Crusaders (el sábado a las 4.35 en vivo por ESPN Play)
CÓMO LLEGAN: El equipo de Retallick y McKenzie llega cuarto en la general, pero bastante lejos de Crusaders. Con cuatro caídas en el certamen consiguió un triunfo clave ante Waratahs, para no quedar complicado con una clasificación en la que los neozelandeses ya no tienen garantizadas tan fácilmente las cuatro plazas a los playoffs. Crusaders ganó un partido muy importante ante Hurricanes. Sigue primero y con cinco puntos de ventaja sobre el equipo de los Barrett.
QUÉ BUSCAN: Los de Hamilton tienen un partido menos que los últimos campeones, así que el objetivo será descontar esos puntos de diferencia. Crusaders sabe que deberá aprovechar la chance de quedarse con la localía hasta las finales. Por eso debe superar a Chiefs.
LAS CLAVES: En este choque también hay diferencias entre lo que demostraron ambos equipos. Crusaders llega más afirmado, con mayor solidez y manejando mejor los partidos. La defensa como atributo, y las destrezas individuales para generar tries (con 60 anotaciones es el segundo equipo más efectivo de la temporada). Chiefs es un elenco más intuitivo y que se apoya más en lo que puedan hacer sus jugadores más desequilibrantes. McKenzie (129 tantos) desde el fondo será la llave para abrir una defensa que demostró ser de las más firmes del torneo.
LOS ANTECEDENTES: Gran duelo en Nueva Zelanda, con seis victorias más para el último campeón. Crusaders ganó los últimos tres compromisos, incluida la semifinal del año pasado, 27-13. Chiefs no gana en Hamilton desde 2015 (40-16), porque las dos últimas temporadas se jugaron en Suva.
Reds v. Waratahs (el sábado a las 6.45 en vivo por ESPN Play)
CÓMO LLEGAN: Perdieron las dos franquicias australianas el último sábado. Reds en un duelo muy cerrado ante Highlanders, y Waratahs en un choque vital frente a Chiefs, por los que los puntos sirven especialmente para el elenco de Sídney, hasta hoy líder de su zona pero con Rebels a sólo una unidad de distancia.
QUÉ BUSCAN: Reds debería hacer un cierre de torneo perfecto, ganando todo lo que le queda y esperando que varios equipos pierdan puntos. La realidad para los rojos es que están completando un flojo torneo como en las últimas cuatro temporadas. Waratahs es el principal candidato a ganar en la zona de Australia. Por eso saben que deben triunfar en Brisbane para afirmar sus pretensiones.
LAS CLAVES: La irregularidad de Reds, un equipo que trabaja bien en las formaciones fijas pero al que no le sobra talento a la hora de atacar. Es el conjunto menos efectivo del certamen, con sólo 29 tries, y eso habla de su estructura de juego más pensada en defender que en atacar. Kerevi es el hombre de quiebre, y el hooker Paenga-Amosa de lo mejor que tienen. Waratahs es la cara inversa. Un equipo bien australiano, con una presión defensiva para generar el error y la intención de utilizar todo el terreno para atacar. Poder de remate en Naiyaravoro y Rona, calidad desde el fondo de Folau, y la efectividad de Foley (124 tantos) en todo lo que patea.
LOS ANTECEDENTES: Ocho triunfos consecutivos logró Waratahs desde 2013. El último en Brisbane fue en 2013, 25-17.
Brumbies v. Sunwolves (el domingo a las 3.05 en vivo por ESPN Play)
CÓMO LLEGAN: No tuvo un buen torneo Brumbies. Sólo cuatro victorias y ocho caídas no marcan un buen balance para los de Canberra. Sin embargo hicieron un buen trabajo en Pretoria, dónde superaron a Bulls por 38 a 28. Sunwolves llegaba a Melbourne con dos triunfos seguidos. Pero Rebels fue mucho mejor, y lo superó con claridad, 40 a 13.
QUÉ BUSCAN: Como en el caso de Reds, Brumbies quedó muy lejos de todo y no depende de sí mismo. Sunwolves jugará su vigesimoprimer partido en el Super Rugby como visitante, y nunca pudo ganar. Buscará su primer festejo en Canberra.
LAS CLAVES: La mayor jerarquía de Brumbies con respecto al elenco japonés. Los australianos no lograron darle identidad a su equipo, y perdieron el orden defensivo tan característico en su estructura. El fullback Thomas Banks, Naisarani, Hawera desde que volvió de la lesión y Speight en algunos partidos, fueron los que mejor rindieron. Sunwolves se demostró a sí mismo que con trabajo y tiempo se puede. Los triunfos ante Reds y Stormers fueron un gran estímulo para el rugby japonés. En Melbourne no pudieron sostenerlo ante Rebels. Parker les dio seguridad con sus envíos a los palos, y ya están muy cerca de superar la cantidad de tries de sus dos participaciones anteriores, 33 en 2016, y 41 el año pasado. A falta de cuatro cotejos ya lograron 32 conquistas.
LOS ANTECEDENTES: Jugaron dos veces y en ambas se impuso Brumbies. Este año, 32-25 en Tokio, y en 2016, 66-5 en Canberra.