Klay Thompson atinó nueve triples y totalizó 35 puntos, y los Warriors de Golden State evitaron la eliminación, en la noche del sábado, al aplastar 115-86 a los Rockets de Houston, con lo que obligaron a un séptimo y definitivo encuentro, hoy, en la final del Oeste de la NBA.
El quinteto de Steve Kerr anuló a James Harden en la segunda mitad y se sobrepuso a un déficit de 17 puntos que enfrentó en el inicio del juego.
Stephen Curry aportó 29 unidades, incluidos cinco triples, en una noche en que Harden brilló por largos tramos.
El base estelar de Houston sumó 32 tantos, nueve asistencias y siete rebotes, en un encuentro del que su compañero Chris Paul se ausentó por un tirón en el muslo derecho.
“No ha cambiado nada para nosotros. Sabemos lo que queremos lograr”, afirmó la Barba. “Todavía tenemos confianza. Somos un grupo con mucha confianza, y nos queda una oportunidad”.
“Creo que nací para esto. Me sentí muy bien”, dijo en tanto Thompson, en referencia a su capacidad de disparar. “No quisimos irnos eliminados. Teníamos todos los deseos de jugar ese séptimo partido”, añadió.
Kerr, el entrenador de los campeones vigentes de la NBA, se mostró intrigado por los altibajos que muestra su equipo.
“No tengo idea de por qué somos así”, comentó. “En cierto modo es algo que nos define”.
Una serie repleta de estrellas –que muchos avizoraban tan interesante como la propia final de la NBA– requerirá de un séptimo duelo para dirimirse. Ese partido está pautado para esta noche (20:00, transmite Directv Sports), en Houston. (D)