El capitán peruano Paolo Guerrero solo recibió una expresión de simpatía del presidente de la FIFA Gianni Infantino el martes, con lo que se esfumó una de las últimas esperanzas de que el delantero –suspendido por dopaje– pueda ir al Mundial de Rusia.
Tras el encuentro en Zúrich, Infantino expresó su “profunda comprensión” por la difícil situación del goleador histórico de Perú, según indicó la FIFA en un comunicado de prensa. Guerrero fue acompañado por Edwin Oviedo, el presidente de la federación peruana.
No quedó claro qué puede hacer la entidad rectora del fútbol mundial para levantar el castigo impuesto la semana pasada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo, y que podría ser analizado por la Corte Suprema de Suiza.
“Gianni Infantino expresó su profunda comprensión ante la decepción de Guerrero por no ser parte del equipo peruano que disputará el Mundial”, informó la FIFA. “Sin embargo, el presidente de la FIFA dejó también en claro que la sanción fue impuesta por el Tribunal de Arbitraje Deportivo, luego de una apelación presentada contra las decisión de un órgano independiente de la FIFA”.
Horas antes, los capitanes de los tres países a los que Perú se enfrentará en la Copa Mundial firmaron una carta pidiéndole a la FIFA que encuentre la manera de que Guerrero participe en el torneo del próximo mes.
El sindicato de jugadores FIFPro difundió el martes una carta firmada por el capitán de Francia Hugo Lloris, el de Dinamarca Simon Kjaer, y el de Australia Mile Jedinak, que propusieron una exención a la sanción de Guerrero.
El jugador de 34 años arrojó positivo a una sustancia prohibida después del encuentro de las eliminatorias ante Argentina en octubre pasado y fue suspendido inicialmente durante 12 meses. (D)