(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Parece mentira, pero Boca, a punto de salir campeón de la Superliga, tiene una doble cara con la clasificación a los octavos de la Copa Libertadores pendiendo de un hilo que se definirá en la última fecha del grupo H. En ese contexto, y con el gran objetivo del año en el máximo torneo continental, Daniel Angelici ya se movió para tener un plan ante una eventual eliminación y la salida de Guillermo Barros Schelotto. El Tano retomó las charlas con el empresario Christian Bragarnik para analizar la logística que implicaría la salida de Jorge Almirón del Atlético Nacional de Medellín y su desembarco en el Mundo Xeneize.
Como había sucedido el año pasado ante la posibilidad frustrada de Guillermo de mudarse a Sevilla con su cuerpo técnico para dirigir al Betis, según pudo confirmar ‘Doble Amarilla’, el presidente de Boca empezó a trazar un futuro posible si no se consigue la clasificación a los octavos de la Copa Libertadores y deriva en la salida del cuerpo técnico.
En la decisión de Angelici aparece un círculo áulico de confianza que integran el vicepresidente 3º Darío Richarte, el secretario general y posible sucesor Christian Gribaudo, el capitán Carlos Tevez, su representante Adrián Rouco y el siempre relevante empresario Christian Bragarnik.
En las conversaciones de este núcleo de poder apareció el nombre nuevamente de Jorge Almirón para repetir la historia de Lanús y que sea el Negro de San Miguel, a sus 46 años, el indicado para asumir las riendas de un Boca que quedaría golpeado y herido de cara al segundo semestre de 2018.
De gran campaña en Atlético Nacional, que lo ubica líder del Torneo Apertura colombiano y del grupo B de la Copa Libertadores, en Medellín están enamorados de Jorge Almirón y no harán nada sencilla su potencial salida.
Sin embargo, según pudo saber ‘Doble Amarilla’, tanto el entrenador como su cuerpo técnico aguardan una posibilidad así para tener revancha de la experiencia de Independiente en 2014/15.
A pesar de esto, en este complejo entramado de poder enquistada en Boca, Mauricio Macri mantiene la confianza en Guillermo y espera que el 16 de mayo su clasificación a octavos de final disipe todas estas posibilidades y sea el propio Barros Schelotto el que sume fuerzas para poder soñar con ‘la Séptima’, algo que desvela al Presidente de cara a las elecciones en 2019.