Hacer feliz a Neymar sin importar el cómo, fue el objetivo que se planteó Unai Emery para la temporada 2017-18 con el Paris Saint-Germain. Durante el presente curso surgieron distintas versiones del enfrentamiento que causó la llegada del astro brasileño y las concesiones que tenía a diferencia de sus demás compañeros.
“Lo primero que hice esta temporada fue definir cuál era la prioridad. Y fue esto: debo hacer feliz a Neymar. Esto es lo primero, tenerlo feliz. No importa cómo. Tuve muchas discusiones con Neymar sobre esto. Algunas no funcionaron, pero otras tuvieron mucho éxito. En una de ellas hablamos durante 45 minutos a corazón abierto, fue un momento hermoso. Él me escuchó y pude convencerlo de ciertas cosas”, dijo en una entrevista para The Tactical Room.
Al tener el talento de la exestrella blaugrana, toda su estrategia y planteamiento de partidos lo hizo a través de él: “Todo mi trabajo se reduce a tus genialidades”.
“Siempre he tenido la costumbre de preparar los partidos para tener éxito, pero cuando tienes a Neymar, a veces no necesitas mucho más: la estrategia es él”, comentó. Sobre el control de egos en el vestuario mencionó que su relación con los jugadores es de padre-hijo, pero cree que manejó bien ese aspecto.
“Hace unas semanas, por ejemplo, jugamos un horrible primer tiempo en Saint-Étienne, pero después del descanso, con un jugador menos, reaccionamos bien y logramos empatar. Un miembro del personal me dijo al final del partido: ‘Unai, hoy los jugadores han demostrado que estaban contigo. Si no fuera el caso habríamos perdido’. Si el equipo quería matarme, era el momento de hacerlo, todo estabae n nuestra contra, pero el equipo reaccionó”, apuntó.
Unai Emery confirmó en días pasados que cuando concluya el presente campeonato dejará el banquillo parisino y, aunque no ha definido cuál será su futuro, ya ha tenido llamadas y su decisión se basará en seguir en Europa, un proyecto deportivo competitivo, calidad de vida y factor económico.