23/12/2024

Luego de la loca carrera en Bakú ¿existe o no existe la suerte?

Miercoles 02 de Mayo del 2018

Luego de la loca carrera en Bakú ¿existe o no existe la suerte?

El viernes pocos hubiesen visto a Hamilton como ganador. Luego de la primera vuelta, nadie pronosticaba podio para Checo. ¿Cómo sucedió?

El viernes pocos hubiesen visto a Hamilton como ganador. Luego de la primera vuelta, nadie pronosticaba podio para Checo. ¿Cómo sucedió?

En una de sus lucidas lecturas, el psicólogo y lingüista canadiense Steven Pinker, señala que nuestra vida, desde la misma concepción, también está definida por la suerte (además de otros factores). Mucho más de lo que la mayoría está dispuesta a aceptar, o si quiera reconoce.

Por supuesto que la mayoría no quiere oír que su vida, o lo que han logrado en ella, está altamente influida por azarosas circunstancias que poco o nada tiene que ver con ellos –como nacer en determinado país, determinado tiempo, o determinado nivel de pobreza o riqueza, nada de eso es elegido y ya desde ahí nuestra vida toma rumbo.

El rumbo de Sergio Pérez y Lewis Hamilton hacia el podio en el Gran Premio de Azerbaiyán también tuvo una alta dosis de suerte, mala y buena, repartida entre 20 incautos pilotos.

El viernes luego de las dos primeras prácticas libres, pocos pensábamos que Hamilton y su Mercedes tuviesen buenas posibilidades de ganar en Bakú, ni siquiera el mismo británico: " no somos suficientemente rápidos. Red Bull está definitivamente por delante y no pudimos igualar sus tiempos”, dijo aquel día.

El domingo por la tarde, no solo los Red Bull estaban fuera de carrera, Hamilton celebraba desapasionadamente en lo más alto del podio. Él mismo diría más tarde: “Valtteri merecía la victoria”.

¿Qué pasó con Bottas? ¿Por qué perdió? ¿Acaso cometió un error? El piloto finés, quien tuvo la buena suerte de encontrarse un Safety Car en circunstancias completamente favorables, aprovechó para entrar a pits con la competencia neutralizada, cambiar caucho y regresar primero, delante del gran dominador de la carrera, Sebastian Vettel (Ferrari).

Luego, cuando el SC volvió a garaje y se reinició la carrera, Bottas se encontró con un pedazo de metal que los comisarios de pista no vieron y por lo tanto no quitaron de en medio, y que ocasionó su rotura de neumático y su retiro a menos de cinco giros de ganar. Me preguntó: ¿Acaso ese pedazo de metal estaba predestinado a Bottas o, a quien fuese de primero? Si es lo segundo, que mala suerte ir primero y no segundo (Hamilton iba 2do y ganó); si es lo primero, pues como dice el dicho: “cuando te toca, ni aunque te quites; cuando no te toca, ni aunque te pongas”.

Obviamente para Vettel ese auto de seguridad llegó en pésimo momento. No solo le quitó la victoria sino además lo relegó del podio pues, en su desesperación ante tan mala suerte, atacó sin contemplaciones a Bottas en la primera curva una vez relanzada la carrera. El alemán se pasó de la frenada, bloqueó y dañó mucho su neumático delantero izquierdo, perdió la segunda y la tercera posición y luego sería atacado por Checo Pérez y su Force India. El mexicano se instalaría cuarto.

Y Checo no tuvo una plácida carrera. No es que solo haya recogido lo que la mala suerte le quitó a los demás, él mismo fue víctima –aunque no mortal como Bottas- de la mala suerte: en el arranque, su Force India fue golpeado por el Williams de Sergey Sirotkin y dañó el ala delantera, por lo que tuvo que ir a cambiarla. Afortunadamente hubo un primer Safety Car que impidió que el pelotón se le despegara. Por lo que reinició desde la 15ta posición y con todo el pelotón junto. Luego vino una sanción de cinco segundos a su tiempo total, debido a un error del piloto –nada que ver la suerte. Afortunadamente, de nuevo, el segundo auto de seguridad le favoreció y cumplió la sanción, cambió llantas y regresó a pista quinto –para ese momento Pérez y el equipo hicieron un buen trabajo en pista y lograron avanzar en el clasificador, meritoriamente.

Vino el error de Vettel, la mala suerte de Bottas y ¡voilá!, Checo estaba en un inesperado tercer lugar, bien defendido gracias a dos vueltas que él piensa, “son las mejores en mi carrera”. Pero ¿quién iba a predecir el podio de Pérez luego de ese caótico primer giro? “La verdad es que no me lo esperaba”, el mismo mexicano reconoció al final.

Las personas seguiremos en el debate de si la suerte existe o se hace o si de plano no existe. Mientas, la suerte y como moldea las circunstancias seguirá haciendo su propio juego, su propia carrera. En Azerbaiyán volvió a dejar una muy entretenida.

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