El estadio Central de Ekaterimburgo, donde jugará México contra Suecia el 27 de junio en la fase de grupos del Mundial de Rusia, fue inaugurado hoy con el partido entre el Ural local y el Spartak Moscú de la liga rusa.
El anfiteatro, que tiene capacidad para 35 mil espectadores -se reducirán a 25 mil tras la Copa Mundial-, mostró un lleno a rebosar, a lo que contribuyeron las temperaturas primaverales en la capital de los Urales.
El partido terminó con la victoria del Ural, que se impuso a la escuadra moscovita con un marcador de 2-1.
Junto al Luzhnikí, que acogerá el partido inaugural y la final, este es el único estadio que no ha sido construido a partir de cero, ya que se conservó parte de su fachada histórica que data de 1953.
Como el comité organizador declinó celebrar partidos en Siberia, Ekaterimburgo es la última frontera del Mundial y la ciudad más oriental del torneo.
Además de México otros dos equipos latinoamericanos jugarán en la última gran ciudad rusa antes de adentrarse en Siberia: Uruguay se enfrentará a Egipto el 17 de junio y Perú hará lo propio contra Francia el 21 de junio.