Una cruel realidad fue la que se expresó, en su máximo esplendor, en Australia. El maratonista escocés Callum Hawkins se desplomó en una competencia en los Juegos de Commonwealth, pues los 30 grados de temperatura fueron demasiado para su cuerpo. A falta de dos kilómetros de la meta cayó rendido al suelo.
Sin embargo, la polémica surge a raíz de que las personas que se encontraban a su alrededor se acercaron, pero no para auxiliarlo, sino para tomar fotos. Por ello, Callum Hawkins se pronunció y dijo lo siguiente: "Estoy preocupado por el comportamiento de un pequeño grupo de espectadores que prefirieron sacar fotos", lamentó el organizador Mark Peters, afirmando que esa acción va "en contra del espíritu de los Juegos", dijo el maratonista.
Al final, Callum Hawkins fue llevado al hospital y su estado es estable. El australiano Michael Shelley fue quien finalmente se llevó la victoria.