En el minuto 87 de la final de la Copa MX entre Toluca y Necaxa sucedió lo impensado.
El jugador Santiago García anotó un autogol insólito al intentar despejar un balón que no llevaba peligro para el equipo rojo.
La pelota hizo una parábola increíble y se metió en el arco del Toluca. Faltaban muy pocos minutos para culmine el encuentro y el Necaxa se terminó consagrando campeón.