La gran apuesta del Guadalajara en el primer semestre de 2018 es la CONCACAF Liga de Campeones, torneo que apenas han ganado una vez en su historia y que no logran desde 1962.
Con las opciones reducidas para clasificarse a la Liguilla en el Clausura 2018, Chivas ha puesto todas sus esperanzas en el torneo de CONCACAF con el deseo de ganarlo y clasificarse al primer Mundial de Clubes de su historia.
Para ello, quedan tres partidos más en puerta en caso de clasificarse a la Final del certamen de la Confederación. El primer escalón está en Nueva York donde se medirá a unos Red Bulls deseosos de una revancha, luego de su caída la semana pasada apenas por la mínima diferencia en el inmueble tapatío.
Chivas tiene puestas todas sus esperanzas en la Concachampions y se ha marcado como crucial su visita dentro de unas horas al feudo de los Red Bulls, que igualmente ansían los éxitos internacionales y potenciar a la MLS en un certamen dominado por clubes mexicanos en los últimos 12 años.
Para la vuelta de las Semifinales la serie está más abierta al existir solo un gol de diferencia entre ambos equipos. Chivas tiene la ventaja, pero es de una anotación, misma que puede ser remontada en cualquier momento.
La clave para los rojiblancos, destacado incluso por sus propios jugadores, pasa por anotar cuando menos un gol para forzar a Red Bulls a vencerlos por una diferencia superior a las dos anotaciones, gracias a la regla del tanto de visitante que existe en este certamen.
Uno de los puntos positivos para los rojiblancos, además de la victoria, fue que no recibieron gol en casa la semana pasada y ahora llegaron a Nueva York con la encomienda de llegar a las redes cuando menos una vez para elevar el grado de complejidad para el cuadro de la MLS, que además de ganar, tendría que hacerlo por una diferencia de más de dos dianas.
El Rebaño está a 90 minutos de su objetivo inmediato que es llegar a la Final del certamen de la Confederación. Con las opciones escasas en el torneo local, lo que queda es pensar a manera internacional y soñar con un Mundial de Clubes como nunca lo han alcanzado en su historia.