TAMPA -- El nuevo ala defensiva de los Tampa Bay Buccaneers, Jason Pierre-Paul, contuvo las lágrimas cuando se le preguntó sobre el accidente con pirotécnicos en el 2015 que lesionó su mano derecha y estuvo a punto de poner fin a su carrera.
"Lo siento, me pongo emocional cuando hablo de mi lesión. Disculpen", declaró, quintándose los lentes y limpiándose los ojos. "Mi lesión... lo que aprendí de mi lesión fue que soy imparable. Agradezco a mi padre por eso porque mi padre ha sido ciego por 29 años y nunca se quejó, ni una vez. Por eso, sé que soy imparable. Se va a necesitar mucho más para sacarme del maldito campo... disculpen por maldecir. Así que básicamente es lo que es".
Los Bucs se desprendieron de una selección de tercera ronda del draft e intercambiaron turnos en la cuarta vuelta con los New York Giants para adquirir a Pierre-Paul, quien tomó la liga por asalto con 16.5 capturas en 2011 y estaba perfilado para recibir una gran extensión luego de una campaña de 12.5 capturas en el 2014. Después ocurrió el accidente, dando como resultado que se le amputara su dedo índice.
"Les diré algo: estando en la cima en la NFL, cerca de recibir un gran contrato, ocurrió algo así --desafortunadamente sucedió-- es triste. Pero al mismo tiempo, como siempre digo, nunca dudé de mí que no jugaría fútbol americano de nuevo. Volví y tenía un objetivo. Un objetivo era no perderme una temporada y volví para terminar esa campaña".
Como si se tratara del destino, el primer partido de Pierre-Paul en su regreso fue en Tampa Bay en el Raymond James Stadium, también hogar de los South Florida Bulls. Ahí es donde una gran temporada en el 2009 lo colocó en camino a convertirse en la selección global N° 15 de los Giants en el 2010. En su regreso contra los Bucs, tuvo dos tacleadas, dos golpes al pasador y cuatro apresuramientos en el triunfo 32-18 de los Giants.
"Lo hice bien contra ustedes", dijo Pierre-Paul al gerente general Jason Licht con una sonrisa. "Como dije, a partir de ese momento sabía que nadie podría tocarme en este deporte. Para que no juegue este deporte, van a tener que cortar mis piernas e incluso entonces seguiré tratando de encontrar una manera de jugar".
Licht negoció por Pierre-Paul con el gerente general de los Giants, Dave Gettleman, en febrero durante el Combinado de Talento de la NFL en Indianapolis. Ya había intentado con el cazamariscales de Los Angeles Rams, Robert Quinn, quien terminó con los Miami Dolphins. Pierre-Paul era un jugador que siempre estuvo en el radar de los Bucs, incluso antes del 2018, por su producción y también por su impacto en el tope salarial. De haber seguido con los Giants en el 2018, habría impactado con 17.5 millones contra el límite salarial.
Pierre-Paul también encaja con el tipo de jugador, en cuanto a personalidad, que los Bucs estaban buscando luego de una campaña 5-11 que tenía altas expectativas.
"Es algo que ha estado mucho en nuestra mente, lo que estamos buscando como cualidad en un jugador, y Jason define la resiliencia", expresó Licht. "Volver de lo que pasó, es una de las cosas --es lo principal-- que lo hizo atractivo para nosotros, por lo que fuimos a buscarlo".