Argentina vs. Italia. El partido, por nombre uno de los destacados del parón de selecciones, midió a dos equipos en construcción, sin patrón de juego, perdidos en la creación y excesivamente dependientes de sus figuras. Esta noche, sin embargo, sólo aparecieron dos: Banega y Lanzini. Y ambos en la recta final.
Movió el banquillo Sampaoli entrado el segundo tiempo, y con Banega y Perotti en el campo mejoró Argentina. Precisamente, el volante del Sevilla fue el encargado de abrir el marcador a falta de un cuarto de hora para el final: recuperó Lanzini en campo contrario, hizo una bonita pared con Lo Celso y sacó un zurdazo que se coló por el palo izquierdo de Buffon, que, tapado por un compañero, hizo la estatua.
El definitivo 2-0 llegó en el 85, tras un buen contragolpe liderado por Higuaín, que abrió en la frontal a Lanzini, este se acomodó la redonda y batió a Buffon con un potente derechazo.
Sin Messi y falto de ideas, Argentina derrotó con lo mínimo a una pobre y deprimida Italia y viaja ahora a Madrid donde el martes se mide con un rival de mayor entidad, la España de Julen Lopetegui, que este viernes igualó 1-1 en Düsseldorf con Alemania, vigente campeón del mundo.