Sergio Ramos reconoció la presión que supone para el Real Madrid la posibilidad de vivir los últimos meses del curso sin ningún título en juego si cae eliminado este martes, y aseguró que el margen de error del equipo blanco “es mínimo”.
“Puede ser una final anticipada cuando hay dos equipos de tanto nivel. La afrontamos como tal. Cuando no hay margen de error y te quedas fuera es una final para nosotros. Ellos lo enfocan también de esta manera”, analizó.
“Depende para quien, puede ser un plus de presión o motivación. Nosotros focalizamos la temporada en la ‘Champions’ y el margen de error es tan mínimo que no estamos para regalar. Vamos a dejarnos todo en el campo y luego en fútbol puede pasar de todo, pero que la intensidad no falte”, agregó.
Asimismo, restó presión al árbitro alemán Felix Brych, que dirigirá el partido entre el equipo blanco y el PSG, convencido de que no será el que tenga el protagonismo en París, en la vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones, que aseguró que encaran como “una final”.
“El protagonismo en el partido no lo debería tener en ningún caso el árbitro”, respondió Ramos ante la presión que ha ejercido el PSG.
“Hay dos grandes equipos, cada uno con sus intereses, y esperamos que lo haga lo mejor posible, que no nos ayude ni nos perjudique. No he conocido ningún árbitro que se equivoque aposta”, añadió.