La campeona brasileña de peso pluma Cyborg vive bajo el lema de “cuándo sea y dónde sea” a la hora de tomar un combate pues cree que solo así puede mostrar que es la mejor.
El sábado en el evento UFC 222, con solo un mes de preparación, probó que lo que dice no es mentira al dar una muestra espectacular de su fuerza destructora.
En el primer asalto venció a la rusa Yana Kunitskaya (10-4) y retuvo su corona por la vía del nocaut.
Tras vencer a Holly Holm el 30 diciembre en una brava pelea que se fue a la distancia, Cyborg (20-1) se encontraba de vacaciones en Portugal cuando la llamó UFC para pedirle que salvará la función pues el campeón de peso pluma Max Holloway se lesionó a finales enero y ya no podía estelarizar la velada ante el excampeón Frankie Edgar.
Lo que se vio en la jaula en el T-Mobile Arena de Las Vegas fue un ejemplo más de que tan peligrosa es la originaria de Curitiba.
Sin embargo, al inicio de las acciones batalló un poco.
Kunitskaya tuvo un comienzo sorprendente. Salió disparando y conectó un derechazo. Pero la retadora se fue abajo y pudo tomarla de un tobillo para derribarla.
Luego, ya parada de nuevo, logró sujetarla del cuello. Al estar acomodada recorrió parte de la jaula tratando de domar a la brasileña. Se veía que tal vez iba a hacer una noche complicada para campeona.
Sin embargo, pasados dos minutos y medio, Cyborg carburó y la pesadilla empezó para Kunitskaya.
A base de puros golpes limpios a rostro la brasileña trituró a la retadora. Ya solo era cuestión de tiempo. Cyborg la tundió de lado a lado de la jaula hasta que la pudo tumbar. En la lona, salvajemente continuó acribillándola con martillazos sin respuesta. Viendo a su rival fulminada, la campeona no cesó su violencia hasta que referee le dijo que se detuviera.
Con esta definición, la brasileña volvió a conseguir un triunfo antes de la distancia después de que ante Holm vio su racha de un década de puros nocauts llegar a su fin.