El público egipcio será parcialmente autorizado a asistir a partidos de fútbol del campeonato nacional, un total de 300 hinchas por encuentro, por primera vez desde los enfrentamientos sangrientos entre aficionados en 2012, informó este lunes la federación del país africano.
Las autoridades prohibieron la asistencia de público a los estadios en partidos entre equipos egipcios tras la trágica muerte, en febrero de 2012, de 74 personas en enfrentamientos en Port-Said (nordeste).
Las víctimas, principalmente aficionados del prestigioso club de la capital Al-Ahly, habían acudido a Port-Said a presenciar el partido contra el equipo local de Al-Masry.
La autorización de público está limitada a 300 espectadores por partido, precisó a la AFP Mostafa Tantawi, responsable de prensa de la federación, una cifra que aumentará con ocasión de la disputa de la Copa de Egipto dentro de una semanas.
Los clubes, no obstante, serán responsables del comportamiento de sus seguidores, advirtió la federación.
Esta decisión llega después del regreso de la selección nacional al primer plano mundial, con la participación de Egipto en Rusia-2018 tras 30 años de ausencia en la fase final de una Copa del Mundo, y el éxito de los jugadores en el extranjero, como la estrella del Liverpool Mohamed Salah, designado mejor jugador africano en 2017.
Las relaciones entre las fuerzas de seguridad y los ultras de los clubes más populares, Al-Ahly y Zamalek en particular, siguen siendo explosivas.
Tres años después de la tragedia de Port-Said y cuando las autoridades habían comenzado a suavizar las medidas de prohibición de asistencia los partidos, al menos 20 hinchas del Zamalek fallecieron en febrero de 2015 en enfrentamientos contra las fuerzas del orden en un estadio de El Cairo.
En septiembre, un tribunal condenó a 14 ultras del Zamalek a penas de hasta dos años de prisión por aquellos disturbios.
El mes pasado, 28 hinchas del Al-Ahly fueron condenados por un tribunal de Alejandría (norte) a un año de prisión por haber llevado camisetas en homenaje a los "mártires" de Port-Said. (I)