Cruz Azul jugó el segundo partido como local del campeonato ( ante León ) con una misión en particular: demostrar que lo ocurrido la semana anterior en liga frente a Guadalajara no fue obra de la suerte.
El once inicial presentado por Pedro Caixinha fue una calca del esquema planteado por el portugués en el Estadio Akron, sin embargo no le pasó por la cabeza que el fútbol que Chivas y León manejan, en este momento, es poco comparable.
El primer desacierto notable fue poner nuevamente a Julio César Domínguez por la banda de la izquierda, en suplencia de José Madueña, y no alinear a Gerardo Flores, que tiene mucho más movilidad y vocación ofensiva, sin mencionar la velocidad en los recorridos.
El "Cata" fue ampliamente superado por Elías Hernández en muchas ocasiones que derivaron en peligro, y sin embargo no subieron al marcador gracias a los aciertos de Jesús Corona y una salvada en la línea de Julián Velázquez con la cabeza.
En el medio campo, Walter Montoya, flamante '10' de la 'máquina cementera', no tuvo el peso esperado en el encuentro; participó poco durante los 70 minutos que disputó y se vio falto de idea y ritmo para ser el desequilibrio en tres cuartos de cancha que los celestes esperan.
El relevo de Montoya fue Carlos 'Gullit' Peña , otro jugador que aún no ha mostrado siquiera chispazos de fútbol que complazcan a una hinchada ávida de ver el potencial que alguna vez mostrara en León, Chivas y que lo llevara a las filas del Rangers de Escocia.
En términos generales, Cruz Azul fue superado durante los primeros 45 minutos por un rival que salió a proponer el partido y monopolizar la tenencia de la pelota, mientras que Cruz Azul, en su propio campo, mostró una inestabilidad en su forma de juego a la vez que la grada exigía la mejora esperada desde el arribo de Caixinha al timonel celeste.
El segundo tiempo fue parcialmente diferente, con un Cruz Azul que encontró aciertos al cederle mucho más la pelota a Adrián Aldrete, uno de los mejores elementos azules sobre el césped, para buscar los remates de Felipe Mora y Carlos Fierro, quienes también tuvieron una participación destacada.
Esta volatilidad presentada por Cruz Azul debe cesar si pretenden enamorar a la grada e ir consigo de la mano de cara al resto del campeonato, de lo contrario, será un obstáculo más a vencer, tomando en cuenta que los reclamos a entrenador y jugadores cada vez se hacen más presente en la tribuna con gritos, abucheos y hasta una que otra mentada de madre.
Desde México
Sergio Domínguez (@Corey_Cohen)
El "muro amarillo" para detener la máquina parisiense