22/11/2024

A Pellegrini casi lo arrolla un tren y pudo ser boxeador

Jueves 06 de Agosto del 2015

A Pellegrini casi lo arrolla un tren y pudo ser boxeador

El libro Pellegrini, lecciones sobre la vida y el fútbol , del periodista Patricio Abarca, destaca facetas desconocidas del destacado director técnico.

El libro Pellegrini, lecciones sobre la vida y el fútbol , del periodista Patricio Abarca, destaca facetas desconocidas del destacado director técnico.

Patricio Abarca Mora, quien trabajó 15 años como periodista deportivo y hoy es el director de Postgrado de la Facultad de Comunicaciones y Humanidades de la Finis Terrae, explica bien cuál fue la inspiración para escribir la biografía de Manuel Pellegrini. "Fue después de leer a Alfredo Relaño, probablemente el mejor historiador de fútbol que me ha tocado conocer, cuando hablaba sobre Johan Cruyff como técnico del Barcelona y describía detalles profundos de cómo era ser un líder en el vestuario, cómo conocer a cada jugador con solo mirarlo jugar y también cómo actuar".

Abarca quiso desarrollar algo en el estilo de lo hecho por el director de Diario AS. "Era la muestra de que el fútbol es parecido a cualquier actividad donde se necesita gestión, liderazgo, carácter y, por supuesto, fortaleza para enfrentar la mala fortuna, que abunda. Pensé en Pellegrini porque tenía una carrera en Europa. Estaba en el Villarreal, pero me demoré mucho en hablar con él hasta que llegó al Real Madrid".

El comienzo de "Pellegrini, lecciones sobre la vida y el fútbol", que edita Ocho LIbros, no fue fácil: "'Estoy muy ocupado para hacer un libro', me dijo. Y si ya era poco accesible para la prensa en Católica, en el Madrid eso se multiplicaba por mil. No había muchas esperanzas de hacer un libro entonces, pero al final, el entorno de Pellegrini era muy fértil, con gente capaz de narrar y enfocar su carrera con gran sensibilidad. Luego me animó el conocer al propio Alfredo Relaño, para el lanzamiento de AS Chile, cuando yo ya estaba en el tramo final del libro. Y fue un honor".

El libro aporta detalles inéditos. Como, por ejemplo, el día que el Pellegrini estuvo a centímetros de ser arrollado por un tren en un cruce de vía cuando regresaba de Rancagua y dirigía a O'Higgins. Fue allí cuando su gran amigo Arturo Salah le dijo que no podía seguir siendo ingeniero y técnico de fútbol al mismo tiempo.

Otra historia notable es una de infancia, cuando era alumno de los Sagrados Corazones de Manquehue y estuvo yendo a practicar boxeo al Club México. Obviamente que un rubio alto y proveniente del sector acomodado llamó la atención en el ambiente de los guantes.

"Hay características que engañan a la vista con Pellegrini", explica Abarca. "Por ser ingeniero se cree que gusta del fútbol mecánico, planificado, esquemático. Y veo que es al revés, porque tiene un ideal estético, de juego asociado, con espacios, que se le reconoció ya en Europa. En Sudamérica siempre se vio, en cambio, como fútbol defensivo".

El autor también destaca un aspecto diferenciador del ingeniero: "Su trato con los jugadores es sobresaliente. Hacia afuera parece parco, serio, pero en el ámbito interno es tremendamente respetuoso con el jugador y lo trata como si tuviera categorìa de artista o de especialista. Lo había visto en Palestino, cuando lo fui a entrevistar por los años 90 y aparte escuché cómo le hablaba a un jugador muy poco conocido, como si fuera la persona más importante del lugar, siempre de usted".

"Pero sobre todo, Pellegrini tiene una claridad de si mismo tan grande, que no se deja comer por la presión externa. Soportó las dudas de su entorno cuando era niño para convertirse en jugador. Soportó las burlas de muchos como jugador por tratarse de alguien más bien tieso. Se atrevió a ser entrenador cuando todo indicaba que debía seguir una carrera segura como ingeniero", explica Abarca.

"Son muchos capítulos que hablan de eso en su vida: Pellegrini como un explorador, un astronauta que se atreve a ir a órbitas muy lejanas. 'No te van a pagar allá', le dijo su padre cuando avisó que se iba a Ecuador. Y entonces, al salir de Chile, empezó a vivir en otro planeta, rodeado por la soledad, por años. No sé quién resiste eso. Contó con una mjer que lo ayudaba, porque sin Carmen Gloria Pucci era mucho más difícil ensayar esos proyectos. Pero claro, al final Pellegrini es como el gran astronauta chileno en el espacio".

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