El centrocampista peruano Wilder Cartagena reconoció que cumplir una buena campaña en Tiburones Rojos de Veracruz puede aumentar sus posibilidades de jugar la Copa Mundial de Rusia 2018, pero antes intentará ayudar a su nuevo equipo.
"En una liga competitiva como lo es la mexicana mi oportunidad puede mejorar, pero vengo a trabajar, a ayudar primero al club; después pensaré en mis aspectos personales", dijo el volante de 23 años, una de las promesas del fútbol de su país.
Wilder Cartagena llegó a Veracruz para someterse a exámenes médicos e incorporarse cuanto antes al Tiburones Rojos de Veracruz, que está amenazado con descender y para evitarlo necesita hilvanar una racha de triunfos en el torneo Clausura 2018.
"Estamos en una situación complicada, pero con trabajo eso se puede solucionar; el equipo ha comenzado bien, obtuvo un buen empate y la cosa es seguir así, trabajar para revertir este momento", dijo el sudamericano, procedente del Deportivo Universidad de San Martín de Porres de la Primera División de su país.
Wilder Cartagena, de 1.80 de estatura, se desempeña como medio de contención. Comenzó su carrera en el 2012 con Alianza Lima y un año después fue integrante de la selección sub-20 de Perú en el Campeonato Sudamericano.
En 2013 emigró al Vitoria Setúbal de Portugal y en el 2015 regresó a Perú con la Universidad San Martín, cuadro en el que alcanzó un buen nivel que lo llevó a formar parte de la selección ganadora de un pase para la Copa Mundial de Rusia 2018.
"Estoy contento, es una buena posibilidad para emigrar del fútbol peruano y en Veracruz puedo hacer las cosas bien y ayudar", agregó.
Wilder Cartagena, que llega a préstamo por un año con opción de compra, es el tercer refuerzo de los Tiburones Rojos de Veracruz después de los fichajes de los centrocampistas Alan Santos, brasileño y Carlos Esquivel, mexicano. Según fuentes del conjunto, en la oficina trabajan en la contratación de otros tres nuevos futbolistas.
En su debut en el Clausura 2018, los Tiburones Rojos de Veracruz empataron sin goles el sábado en casa del Necaxa y ganaron un punto respecto al Querétaro, su principal rival por evitar el descenso, pero todavía están a siete de los Gallos y necesitan varias victorias hasta abril para salvarse.
El equipo tendrá un serio compromiso en la segunda jornada del torneo en la que recibirá el próximo domingo a los Rayados de Monterrey, el conjunto con más puntos ganados en la liga en los dos últimos años.
Fuente: EFE