No quiere tener la categoría de club vendedor porque lleva ya unos años asentado en la élite de clubes que luchan cada año por meterse en puestos europeos. Pero inevitablemente el Villarreal se ha convertido en una escuadra que sirve para relanzar a muchos jugadores y todo un club experto en obtener grandes plusvalías.
Se ha visto ahora que Cédric Bakambu se marcha a China, al Beijing Guoan a cambio de nada menos que 40 M€. Es la venta más cara en la historia del submarino amarillo y un jugador altamente rentable, porque costó nada menos que 7,5 M€ y deja ahora 32,5 M€ más en las arcas.
Un caso similar al de Eric Bailly, quien tras llegar por 5,7 M€ se marchó al Manchester United a cambio de 38 M€ en 2016. El central es la segunda venta más cara en la historia del club, y tiene detrás a Santi Cazorla, traspasado en su día al Málaga a cambio de 23 M€, después de costar 3,5 M€. Ni que decir tiene que todos estos jugadores dieron además un extraordinario rendimiento sobre el terreno de juego, lo que provocó sus millonarias ventas.
Pero hay más. El cuarto en la lista es Diego Forlán, vendido al Atlético de Madrid a cambio de 21 M€ (había costado 3,2 M€). El mismo camino lo emprendió el quinto, Luciano Vietto, vendido por 20 M€, 14,5 M€ más de lo pagado por los castellonenses un año antes. Y el pasado verano era vendido Mateo Musacchio, traspasado por 18 M€ después de costar 4 M€ en su día.
Esa misma cantidad es la que dejó Alexandre Pato en las arcas, tras haber sido una inversión de 3 M€ solamente unos meses antes de su marcha a China. Otro que generó una gran plusvalía fue Martín Cáceres, vendido al FC Barcelona por 16,5 M€ tras haber sido un fichaje de apenas 900.000 €. Los últimos del Top 10 de ventas del Villarreal son Gabriel Paulista (vendido por 3,3 M€ y traspasado por 15 M€ al Arsenal) y Juan Román Riquelme, que llegó desde el FC Barcelona por 10 M€ y después fue vendido a Boca Juniors por 12 M€.