La vida de Isidre Esteve no debió ser la misma después de aquel fatídico 24 de marzo de 2007. O, al menos, eso es lo que cualquiera hubiera pensado, luego de que el reconocido piloto español de Dakar quedara inválido tras caerse de su motocicleta.
Desde entonces, Esteve necesita de una silla de ruedas para movilizarse, pero eso no cambió para nada la vida de este feliz catalán, un héroe que día a día nos enseña a valorar el deporte. Y, sobre todo, la vida.
¿Cómo nació tu pasión por el deporte de los ‘fierros’?
Yo vivo en un pequeño pueblo de Cataluña llamado Oliana. Cada año, el campeonato nacional de todo terreno pasaba al lado de mi casa. Recuerdo que subía al monte, los veía pasar y quedaba fascinado.
¿En ese momento decidiste empezar a competir?
La verdad es que mi familia era muy humilde y no teníamos recursos para que yo pueda ir a las carreras. Por eso empecé a competir recién a los 18 años.
Isidre Esteve logró el cuarto puesto en el Rally Dakar en las ediciones de 2001 y 2005. (Difusión)
¿Qué recuerdas del día de tu accidente?
Era la primera carrera del campeonato de España, yo me venía preparando para el Dakar. Sucedió cuando faltaba poco para terminar la competencia. Recuerdo que no sentía mi cuerpo.
¿Qué fue lo que ocasionó esa durísima caída?
Iba primero y mi mecánico me indicó que le llevaba 5 minutos de ventaja al segundo. Creo que me relajé y, en un cruce de ríos, tuve una caída que hizo que cambiara un poco mi destino. Pero, como puedes ver, no cambió del todo. Sigo compitiendo.
Sí, porque un año después ya corrías en el Dakar.
Al cabo de un año me propusieron volver al Dakar. Y bueno, pensé, ‘con esta silla de ruedas me voy hasta el fin del mundo’. Volví a correr en el 2009 y llegué a la meta, pero tuve dos úlceras debido a mi lesión medular. Lo bueno es que a raíz de eso nacieron otros proyectos que me ayudaron a mejorar, como estos coches que se adaptan a mis necesidades.
El auto de Isidre Esteve se maniobra solo con las manos y tiene un cojín inteligente que lo protege. (Motors Sport)
¿Qué te motivó a nunca bajar los brazos?
Bueno, creo que esto es algo que va con cada persona. Hay algunos que tiran la toalla antes, no lo sé. Es un tema de actitud. El mundo del deporte me ha aportado casi todo lo que soy. No creo que una lesión medular o estar en una silla de ruedas sea una razón para renunciar.
¿Cómo afrontarás las complicadas dunas del desierto peruano?
La experiencia que tengo corriendo en motos me da una visión diferente de las dunas. Puedo atacarlas con más facilidad. Esa es una ventaja importante.
¿Con qué objetivo vienes al Dakar 2018?
El año pasado completamos el recorrido y esta vez iremos en busca del Top 20 de la general. Esa es la meta para este 2017. Para el próximo, ya veremos.