Una de las discusiones más frecuentes entre los futuros padres y las futuras madres se centra en el nombre del vástago por nacer. Algunas veces se elige continuar una tradición familiar y replicar uno que se sostuvo durante generaciones. Otras, se invoca el recuerdo de una tía, un abuelo o un amigo muy querido. Y otras, el origen de la gracia se halla en personajes admirados de la historia.
En la década de 1950 proliferaron los Juan Domingo y María Eva; en la de 1960, los Ernesto, Fidel y Camilo. Esta costumbre también alcanzó al deporte. Basta recordar, por ejemplo, al futbolista venezolano Stalin Rivas o al brasileño Luis Hitler Saldivia Tilico, quien vistió la casaca de Chaco For Ever a principios de los 90.
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Otro brasileño, mucho más joven, llama ahora la atención con su nombre. Nacido el 11 de abril de 2000, en los estertores del siglo que vio la consolidación y la caída del socialismo real, Marx Lenin dos Santos Gonçalves se destaca en las divisiones juveniles de Flamengo y espera el momento de debutar en Primera.
Lo lógico sería pensar que los progenitores de este muchacho son militantes del Partido Comunista Brasileño; que han leído El Capital, La Ideología Alemana y El 18 Brumario de Luis Bonaparte; que recuerdan con añoranza los años de la Unión Soviética. Pero no...
“A decir verdad, no sé quiénes son esas dos personas”, se sinceró el jovencito en una reciente entrevista con el diario O Tempo. Sí, Marx Lenin dos Santos Gonçalves no conoce al coautor del Manifiesto Comunista ni al líder de la Revolución Rusa de 1917.
“Mi papá se llama Antonio Marques Gonçalves y mi mamá quería que yo me llamase Marques, como él, pero, a su vez, quería modificar un poco el nombre para que no fuera el mismo. Así terminó saliendo Marx. Fue después que mi mamá se enteró de la historia", explicó el futbolista. “El Lenin no sé de dónde viene, la verdad que no tengo idea”, remató.
El muchacho, que disputó el Mundial Sub-17 de este año en India con la Verdeamarela, contó en otra entrevista con O Globo que en las redes sociales había encontrado muchas referencias a sus nombres y conjeturas alrededor de ellos.
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“Tuve que aguantar que hablasen mucho de mí. Dijeron que era comunista y yo no sé ni lo que eso significa. De todas formas, entro siempre en las bromas, para divertirme un poco también”, señaló.
Por si quedaba alguna duda sobre su desvinculación del ideario de Marx y Lenin (y con el de cualquier figura relacionada con la política), Dos Santos Gonçalves dio su parecer sobre la situación en su país y sobre los comicios presidenciales de 2018 para elegir al sucesor de Michel Temer.
“No sé nada de política. Por ahora, que se ocupe mi mamá. Voy a esperar a tener 18 años para votar (en Brasil se puede votar a los 16, pero no es obligatorio). La verdad, ni pienso en los candidatos”, remarcó el pibe, nada marxista, nada leninista, pero al menos zurdo. Para patear.