En una lucha polémica por la actuación de los árbitros Shane McMahon y Daniel Bryan, Kevin Owens y Sami Zayn se quedaron con el triunfo ante Randy Orton y Shinsuke Nakamura.
Owens aprovechó una veloz cuenta de Bryan para salir airoso de un combate muy reñido y que se vio empañado por las artimañas utilizadas por uno de los jueces.
Shane McMahon, fiel a su estilo polémico, había interrumpido una segura derrota previa de Orton y Nakamura, por lo que Bryan, cuando tuvo que hacer la cuenta, lo hizo de manera veloz. Al final se hizo justicia.
Los jueces, sin duda, tomaron partido por una de las parejas durante el combate. Cuando todo se desarrolló de forma normal, se apreció un combate muy bien desarrollado. La lucha continuó durante muchos pasajes fuera del ring.