La estrella que acompañó a la Selección española desde Londres 2012 y que le hizo proclamarse campeona del mundo y de Europa se ha apagado esta tarde en la Aquatics Center de Kazán. Siempre a remolque de Estados Unidos, que neutralizó el ataque español en los dos primeros parciales y supo llegar entera al final, cuando las de Miki Oca más apretaban. España se topó con Johnson, la portera americana que llegó a todo, con los palos y con la superioridad física del conjunto de Krikorian que convirtió cada ataque español en un ejercicio de aritmética avanzada. España deberá pelear ahora por la quinta plaza, sin opciones ya de medallas.
No pudo comenzar peor el partido para la Selección española. Estados Unidos, con un pressing muy lejos de su portería y con un marcaje férreo a cada jugadora, desarticuló el ataque de las de Oca, quienes no encontraban espacios ni lanzamientos cómodos. Sí en cambio Estados Unidos, un equipo con múltiples recursos, superior en la boya, con tiro exterior e, incluso, con contraataque. Así llegaron los primeros goles del encuentro y por ahí comenzaron a abrirse brechas insalvables.
Neushul fue un incordio. La americana se encargó de abrir el marcador, mientras España no encontraba su sitio en el partido (0-1). Precipitada en los lanzamientos, Ru Tarragó se encontró en dos ocasiones con los palos y en otra con el lateral de la red, y la ventaja americana aumentaba nuevamente con tantos de Gilchrist y Fattal, curioso guiño al destino español en el encuentro. Anni Espar soltó el brazo para poner el 1-3, pero hasta el descanso Estados Unidos siguió siendo un ciclón. Maggie Steffens y nuevamente Nehusul situaron un 1-5 que parecía definitivo, como el que ya hundió a Hungría en los octavos de final. Pero España tiene tesón y nunca se rinde. Forca, con el 2-5 ante del descanso, insufló a sus compañeras la confianza necesaria para los siguientes cuartos.
La defensa de España comenzó a dar sus frutos. Estados Unidos se tomó un respiro en el tercer parcial y las de Oca lo aprovecharon. Paula Leitón y Espar, con un soberbio golazo, apretaron el marcador (4-5). El técnico español agitaba desde la banda, el público ruso se entregó con el equipo europeo y los árbitros cosieron a exclusiones a las estadounidenses. Pero ni con esas el balón quiso entrar del lado español. Craig colocaba el 4-6 y Maica respondió con su primer tanto (5-6). Los nervios a flor de piel, la ilusión en el banquillo español, un mero un espejismo. Estados Unidos fue superior y no dio ni una concesión. Fattal, nuevamente, marcaba el 5-7 y Mathewson mataba el encuentro (5-8) y cortaba el camino de España en Kazán.
Las españolas se despidieron llorando de un partido que las baja del podio después de tres grandes torneos colgándose medalla. Una realidad del deporte que se quieren tomar como una nueva experiencia para cumplir su sueño. Ellas ya fueron campeonas del mundo en Barcelona, pero lo que quieren es poner el broche al ciclo olímpico con el oro en Río de Janeiro que se les escapó en Londres ante, precisamente, el ogro de esta tarde, Estados Unidos