Carlos Ascues exhibe una imagen diferente a la que conocemos en el campo de fútbol. Camina tranquilo por las inmediaciones del estadio Alejandro Villanueva de La Victoria. No se inmuta por la presencia de la prensa. Saluda con respeto a la gente y sigue su recorrido. Si los aficionados lo rodean para sacarse una fotografía u obtener un autógrafo, no se hace problemas y con respeto los atiende. Solamente su forma de ser cambia cuando hablamos de su retorno a Alianza Lima. “Es lo mejor que me ha podido pasar en el fútbol”, comenta con una ilusión única. Por ahora desea disfrutar el título nacional al lado de su familia y amistades. Una vez que la emoción termine, se fijará una nueva meta: integrar la nómina mundialista de la selección peruana.
— ¿Qué factor determinó más tu motivación para superarte en estos últimos seis meses?
Mi familia que me apoyó, la confianza que me brindó el profesor [Pablo Bengoechea] y mis compañeros en Alianza.
— ¿Por qué vimos tu versión goleadora con Alianza Lima y no con FBC Melgar?
Porque en Melgar no tuve la oportunidad de jugar como volante. Aquí el entrenador me conoce y me puso en ese lugar y se pudieron dar [los goles].
— ¿Cómo fue tu relación con Juan Reynoso esos meses en Arequipa?
Fue muy buena. Nos llevamos muy bien.
— Dijiste en las celebraciones del título con Alianza Lima que en Melgar no estuviste en buen nivel. ¿A qué se debió?
Yo creo que no tenía continuidad dentro del equipo principal y no jugaba en la posición donde yo me sentía más cómodo.
— ¿Quién te ayudó para volver a Alianza Lima?
Mi empresario y el profesor Pablo Bengoechea, que quiso que yo regresara. Ellos básicamente fueron los que impulsaron este retorno.
— ¿El tema recurrente de las lesiones te golpeó anímicamente?
Sí, de todas maneras, porque cuando me lesionaba estaba afuera y no tenía la oportunidad de ser considerado por el entrenador.
— ¿Cómo podrías definir el tiempo que vives en Alianza Lima?
Para mí, es lo mejor que me ha podido pasar en el fútbol, porque he logrado mi objetivo: campeonar con mi equipo.
— ¿Qué metas personales tienes para la próxima temporada?
Ahora se viene la Copa Libertadores. Será difícil, sin duda, pero tenemos que mentalizarnos en el torneo que se nos viene. Se viene el Mundial de Rusia también. Quisiera estar ahí.
— ¿Alianza Lima compró tu carta-pase de Wolfsburgo?
No, no. Fue Melgar.
— Muy aparte de las lesiones, ¿qué otro aspecto crees que te impidió ser considerado por el cuerpo técnico de la selección peruana en los últimos tiempos?
Yo creo que la falta de continuidad. Eso es un gran factor y por eso creo que no soy llamado.
— ¿Sientes que Ricardo Gareca tiene razón en estos momentos en no convocarte?
Eso lo decide él. Si el profesor no me convoca, es porque todavía me falta llegar a mi mejor nivel o esforzarme más. Así de simple.
— ¿Te quita el sueño volver a la selección peruana y ser parte del equipo que vaya al Mundial?
Sí quiero estar ahí siempre. Por eso vengo haciendo las cosas bien con mi equipo y estoy esforzándome para ser convocado en el corto plazo.
— En Wolfsburgo hubo dos técnicos: Dieter Hecking y Valérien Ismaël. ¿Por qué ninguno de los dos te consideró?
Por lo mismo que te dije. Cuando estaba a puertas de jugar, me lesionaba, y luego me rompí los meniscos. Después me desgarré. Fue un momento muy duro para mí.
— Eres muy amigo de Borja Mayoral, quien ahora juega en Real Madrid. ¿Qué otras amistades hiciste en tu tiempo en Alemania?
Sí. Es mi amigo junto con los brasileños Luiz Gustavo y Dante. Nos llevamos bastante bien.
— Siempre has emigrado y te costó asentarte. Analizando todas esas situaciones, ¿por qué te pasó eso constantemente?
Yo creo que salí muy temprano del país y no tuve suerte. Para estos casos creo que también se necesita un poquito de suerte. Justo cuando estaba por jugar un partido me lesionaba y después pasaban una serie de cosas.
— ¿Aprendiste el alemán?
No [sonríe].
— Si en estos momentos te llega una oferta del exterior, ¿la aceptarías?
Obviamente eso es lo que quiero en el futuro más cercano, pero lo pensaría bien y vería con calma la oferta porque no quiero pasar lo mismo que hace unos años.