Antaño, Cruz Azul siempre buscaba entrenadores con un perfil mesurado y tranquilo. Personalidades como la de Luis Fernando Tena, Enrique Meza, José Luis Trejo o Sergio Markarián eran el arquetipo de lo que buscaba la directiva en sus técnicos, pues entendían que los inquilinos del banquillo eran representantes y una cara visible de la institución.
Pocas veces, en estas últimas dos décadas, La Máquina se arriesgó a contratar a alguien con una imagen polémica o explosiva; sin embargo, la larga sequía obligó que el conjunto cruzazulino cambiara de manera radical su fórmula.
Ahora, con Pedro Caixinha el club de nueva cuenta apuesta por un entrenador temperamental, tal como han sido los últimos estrategas que han estado al mando del equipo.
Fue para el Apertura 2015, luego de la destitución de Sergio Bueno, que la directiva de La Máquina por fin decidió hacer caso a la "vox populi" y contrató al controvertido Tomás Boy –en el pasado se había resistido de ficharlo debido a sus arrebatos–, pese a la gran aceptación con la que llegó el Jefe y la buena respuesta de la gente, La Máquina no pudo enderezar el rumbo y Tomás se fue sin lograr meter al club a la Liguilla en los tres torneos en los que estuvo.
Eso sí, el paso de Boy no estuvo exento de algunas confrontaciones, sobre todo en sus últimos juegos, cuando le dedicó un baile burlón a cierto sector de la tribuna, aunque él alegó que iba dirigido a ciertos comunicadores.
Al sustituto de Tomás lo trajeron de España. Paco Jémez tomó las riendas del equipo y de inmediato dio de qué hablar por su estilo frontal de expresarse. En su año de gestión le pintó dedo a un aficionado, que según su explicación le había faltado el respeto a su hija; también se peleó verbalmente en numerosas ocasiones con la prensa e incluso minimizó la grandeza del club, unas polémicas declaraciones que días después no quiso aclarar.
Al final, los números de Paco Jémez fueron muy discretos, pero al menos regresó a Cruz Azul a una Liguilla por el título de Liga, de la cual se marchó sin pena ni gloria al caer ante América en cuartos de final.
Ahora viene Caixinha, otro entrenador temperamental y polémico, que en su etapa con Santos Laguna protagonizó algunas "peleas" con otros colegas o jugadores. Solo el tiempo dirá si con Cruz Azul presentará algún arrebato de este tipo; sin embargo, en La Máquina ya las apariencias no importan, solo los resultados.
LAS PELEAS DE CAIXINHA
ROUND 1: En el Clausura 2013, en la serie de cuartos de final entre Santos y Atlas, el portugués tuvo un enfrentamiento con Tomás Boy, quien dirigía a los rojinegros; el enfado del Jefe se debió al festejo exacerbado de Caixinha la victoria de su equipo. Llegaron a los empujones.
ROUND 2: En el Apertura 2013, de nueva cuenta el portugués se hizo de palabras con un colega, ahora fue con Miguel Herrera, quien dirigía al América. El partido favoreció a Santos, pero Pedro protagonizó un conato de bronca con el Piojo y Santiago Baños, quien era su asistente.
ROUND 3: En el Clausura 2014, en cuartos de final, Caixinha ahora se enfrentó a Antonio Mohamed quien traía al América. La serie se decantó a favor de los laguneros, pero eso no evitó que el lusitano insultara al Turco rumbo a los vestidores. Tuvo que intervenir la seguridad para que no pasara a mayores.
ROUND 4: A los pocos días del pleito con Mohamed, Pedro protagonizó otro altercado, ahora con el jugador de los Tuzos, Enner Valencia; incluso, hay un video donde se nota como el ecuatoriano empuja al DT. Esa serie semifinal se había decidido a favor del Pachuca.