Aunque alguno de sus símbolos como Gerard Piqué había pedido al club que “actuase” y había calificado de “totalmente injusto” el castigo, el Barcelona no ha recurrido la sanción de 30.000 euros impuesta el 23 de julio por la UEFA por la presencia masiva de esteladas en la final de Berlín. Fuentes del organismo que rige el fútbol europeo y el club azulgrana confirmaron a AS la noticia a última hora de ayer. El Barcelona tenía cinco días para presentar alegaciones desde que recibiese la sanción pero ni siquiera acometió el paso previo, que era pedir a la UEFA las fundamentaciones de la multa para poder redactar el pertinente recurso.
El pasado 26 de julio, Josep Maria Bartomeu visitó la sede del Washington Post. En la redacción del prestigioso rotativo declaró esto: “El Barcelona no está de acuerdo con la sanción de la UEFA y pedirá que se revise el caso. Tal y como expresamos en el comunicado previo, estamos totalmente convencidos que los derechos de nuestros socios son intocables y no se les ha de dar ninguna connotación política”.
Pero la estrategia del club azulgrana se ha modulado. Ahora es no entrar en conflicto con la UEFA (de hecho ya ha significado su apoyo a la candidatura de Platini a la presidencia de la FIFA) y, a pesar de estar en desacuerdo con la sanción, la pagará e intentará establecer un cauce de diálogo. La pretensión del Barça es iniciar un trabajo de diplomacia que evite otra multa si en el futuro se repite una exhibición de esteladas similar a la del 6 de junio en Berlín. De hecho, está previsto próximamente un encuentro de emisarios del club azulgrana y de la UEFA. Probablemente, tendrá lugar en Tblisi con motivo de la Supercopa de Europa que el 11 de agosto jugarán el Barça y el Sevilla.
El Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA anunció el pasado viernes una sanción de 30.000 euros al Barcelona por la presencia masiva de esteladas que portaron y lucieron sus aficionados en la última final de Champions. La UEFA se basó en el artículo 16 del código disciplinario que en el apartado e del punto 2 explica: “(...) Transmitir cualquier mensaje que no es apto para un evento deportivo, en especial los mensajes que son de carácter político, ideológico, religioso, ofensivo o de naturaleza provocativa”.