Javi Eraso, el cachorro recuperado por el Athletic del Leganés, dio la primera alegría de la temporada a San Mamés. Los dos goles del navarro brindaron a los de Valverde un estreno plácido en la Europa League frente a un Inter Bakú que se limitó a ponerse las manos en la cabeza para defenderse. La distancia entre ambos equipos es abismal, superior al marcador de anoche.
El Athletic marcó pronto, como reclamaba el guión. Lo hizo en una brillante acción. Beñat puso el foco en la banda derecha, donde siempre encontró a un De Marcos desatado. El alavés entró como Pedro por su casa y habilitó a Eraso para que enviase la pelota a la red en prácticamente su primera intervención. De tiralíneas.
El Inter tuvo claro que no era un partido para asomarse. Puso un 5-4-1 ordenado y lanzó a Aliyev para ver si tocaba la lotería. Compró pocos boletos y, lógicamente, no hubo suerte. El Athletic, gobernado por Beñat, tenía los mismos defectos que el año pasado, la desconfianza de Susaeta, que luego mejoró, e Ibai. El primero falló un claro remate en boca de gol en el 17’, cinco minutos después del 1-0.
El extremo de Santutxu también tuvo otra que despejó el guardameta Aghayev. Poca cosa para el tremendo dominio de los leones. Eraso es futbolista para embestir en los arranques, como sucedió en el gol, y Aduriz apenas tuvo balones en condiciones en la primera mitad. El primero que le llegó, abajo, terminó con un pobre zurdazo de Susaeta. El segundo, con una parada del guardameta Aghayev, digno estandarte de los azeríes.
Por si las moscas, había que poner tierra de por medio en la eliminatoria. La diferencia entre ambos es abismal, pero con el calor y la hierba sintética de Bakú quizás se reduzca.
Valverde reclamó en el descanso otro aire al equipo. Y la señal fue mandar a la ducha a Iturraspe, que eso sí, se encontraba aquejado de una sobrecarga. En su lugar entró Elustondo y lo cierto es que el ex de la Real mejoró en acierto con la pelota al de Abadiño. Se le vio tranquilo, muy al contrario del calvario que vivía en cada jornada en Anoeta.
La realidad es que el Athletic estuvo mejor tras el descanso. Volvió a marcar Eraso tras una combinación eléctrica entre De Marcos y Susaeta. Tuvieron el tercero en sus botas el bigoleador, Susaeta y un Aduriz que, lógicamente, no tiene fino el gatillo en julio.
El Inter Bakú apenas se desmelenó. Sólo sembró inquietud en una indecisión con el pie de Herrerín, que de tranquilo que es algún día activará los desfibriladores de San Mamés. Da la sensación de que Txingurri apostará por él en Europa, mientras Iraizoz quedará para la Liga.
El Athletic, calor y césped sintético mediante, no debe tener problema para hacer valer este resultado en Bakú. Eso sí, para la siguiente eliminatoria deberá estar más ágil en el área rival.