Suecia tomó ventaja en la repesca para el Mundial con un triunfo por la mínima (1-0) contra una gris Italia, que firmó una actuación decepcionante y está obligada a remontar dentro de tres días para evitar una catástrofe.
Los tetracampeones del mundo, sobre el papel claramente mejores que su rival, estuvieron lejos del nivel que se les supone, con demasiados jugadores desconectados, superados por la energía sueca en la primera parte, erráticos y sin muchas ideas en ataque y se vieron sorprendidos por un gol del jugador del AEK Jakob Johansson, que había entrado en escena por la lesión de Albin Ekdal.
Suecia sorprendió con un estilo agresivo, presionando la salida de balón italiana y percutiendo con todo.
Toivonen marcó territorio con un codazo a Bonucci en el segundo minuto: una muestra de la decisión de los suecos, que salieron con un punto más de energía que les permitió crear dudas a una zaga “azzurri” menos solvente de lo habitual.
Los centrales, sobre todo Chiellini, cometieron errores en la salida que pudieron salirles caros al equipo de Ventura, que ante la baja de Zaza, al que su gran momento en el Valencia había llevado a la titularidad, optó por Belotti.