Miiko Albornoz o Eugenio Mena. Tres o cuatro zagueros. Esas fueron las dudas de Jorge Sampaoli en la previa del choque ante México.Al final, el de Casilda optó por el nacido en Suecia y dispuso que Chile jugara ante los aztecas con un 3-5-2 que más parecía un 3-6-1.
La apuesta del DT no resultó. Al menos en los primeros 45 minutos, donde la Roja se vio extremadamente permeable en la retaguardia.No funcionaron las transiciones y cada vez que el Tri se dispuso atacar le hizo daño al cuadro local.
De hecho, la visita se puso arriba en el marcador y aunque Chile logró empatar, nuevamente los de Miguel Herrera lograron la ventaja parcial. Justamente,los tantos de los norteamericanos llegaron por dos vías que el equipo nacional sufre: contragolpe y pelota aérea.
A los 20 minutosEduardo Vargas, fuera de su posición habitual por el esquema que decidió utilizar el técnico, perdió una pelota y la Roja quedó mal parada.Vino un pelotazo a la espalda de Albornoz y Medina se la pivoteó a Vuoso, quien logró el primero. En esa jugada se vieron todas las licencias que el equipo del casildense entrega cuando se para con tres zagueros.
Es más, a los 28’ Chile se salvó del 2-1 en contra cuando, otra vez, lo pillaron mal parado.Sólo una rápida reacción de Claudio Bravo y el travesaño que jugó a favor del meta del Barcelona evitaron el gol.
Gol que de todas formas llegó un minuto más tarde por medio de una pelota detenida: córner para el Tri y Jiménez, de cabeza, le ganó a todo el equipo chileno,el más bajo de toda la Copa América, y nuevamente puso en ventaja a los visitantes.
El desorden era evidente y para el segundo lapso el estratega ordenó que la retaguardia pasara a formar con cuatro zagueros,con Medel y Jara de centrales e Isla junto a Albornoz como carrileros.
El cambio trajo buenos dividendos para Chile, que se ordenó y encima comenzó a generar llegadas de peligro.Casi todos los jugadores parecieron verse más cómodos,por más que en zona mixta hayan dicho que pueden jugar con cualquier esquema.
Es cierto, la Roja no perdió pero México, cada vez que llegó, lo hizo con peligro y mandó tres veces a Claudio Bravo a buscar la pelota al fondo del arco.Ahora viene Bolivia y Sampaoli deberá decidir si insiste con los tres zaguerosy definitivamente juega con cuatro defensores.