En la Iglesia Cristiana Mundial El Aposento Alto, en Independencia, el pastor Alberto Santana Leiva dice a los periodistas que compró la explanada del estadio de Alianza Lima en el 2016, porque un día soñó que en ese lugar construiría un templo para “salvar a delincuentes y drogadictos”.
“En mi sueño, un ángel me dijo que se estaba vendiendo el estadio. Luego de unos días, unas personas se me acercaron para decirme que eran los dueños de los lotes de la explanada. Revisé los documentos con abogados y los fuimos adquiriendo uno por uno. Todo fue por la fe”, comenta.
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La explanada es colindante al estadio Alejandro Villanueva (Matute), tiene un área de 15 mil m2 y está cercada. El pastor sostiene que la iglesia que lidera compró 10.200 m2 de ese total, donde planea construir un templo. Para disipar dudas, muestra a las cámaras los documentos de compra y venta.
“Son terrenos inscritos de manera legítima en Registros Públicos. Nuestro deseo es que se establezca ahí la iglesia del Señor”, indica. Las aspiraciones de expansión de Santana no terminan allí. Su anhelo es comprar el estadio de Matute, pero primero debe resolver unos inconvenientes en la explanada, comenta.
Aún no puede construir el templo soñado, dice, porque Renzo Ratto, administrador de Alianza Lima, tiene la llave de la explanada y se niega a sostener un diálogo con él.
En ese lugar, los socios del equipo blanquiazul suelen estacionar sus vehículos. Además, la Municipalidad de La Victoria realiza diversas actividades sociales.
—Situación del terreno—
Alberto Grados, funcionario de Control de Patrimonio de la comuna de La Victoria, explica que la explanada es un bien público. Recordó que allí, años atrás, se asentaron varias familias, pero que luego sus terrenos fueron expropiados para construir el jirón Mendoza Merino, conocido como Mendocita.
“Esos lotes no pueden ser vendidos porque son del Estado. En el 2010, la Municipalidad de La Victoria presentó un título de propiedad a Registros Públicos, pero hubo varias observaciones porque el proceso de expropiación estaba pendiente. Apelamos, pero el Tribunal Registral decidió que el caso sea revisado por la Superintendencia de Bienes Nacionales [SBN]”, explica Grados.
La SBN informó a este Diario que se pronunciarían en los siguientes días sobre este tema. Santana remarca que compró los lotes a las personas a quienes se les expropió sus casas. Uno de los vendedores es Julio Saquicuray, de 92 años. El Comercio lo buscó en su vivienda en La Molina, pero su familia dijo que sufre de Alzheimer y que desconocía sobre la venta de terrenos en el estadio de Alianza Lima.
Lo que llamó la atención es que Santana mostró los autovalúos de los lotes con el logo de la Municipalidad de La Victoria, pero el funcionario Grados desconocía esto de plano. “Si han comprado, pues nos vamos a oponer”, resalta.
Al ser consultado sobre el dinero que invertirá en la construcción del templo en Matute, Santana dice: “Dios nos ha dado la forma para levantar la iglesia a través de diezmos”.
No solo la religión le interesa, sino también la política. Preside el Partido Perú Nación Poderosa, que está en proceso de inscripción, tras haber adquirido en marzo de este año un kit electoral, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales. Sobre este tema prefirió no declarar.
Una de sus frases más polémicas en sus innumerables discursos fue: “Si un homosexual va a tener derechos, entonces se va a legalizar el homosexualismo”.