Pedro Rodríguez sigue recibiendo muestras de cariño de los aficionados culés en Washington. Le piden que “no se vaya” y que “cumpla su contrato con el Barça”, algo que arregló días antes de jugar un ratito (asistió a Neymar en el tercer gol del equipo) en la final de Berlín ante la Juventus. Desde entonces mucho se ha especulado sobre su futuro. Que si el Manchester United lo quiere, que si Louis van Gaal, técnico de los ingleses opinando sobre el jugador, que su Pedro no quiere hacer declaraciones... La cuestión es que que en Barça siguen esperando una propuestas formal procedente de Old Trafford, algo que a día de hoy aún no ha sucedido.
En las oficinas del Camp Nou ni tienen prisa alguna por negociar. Consideran a Pedro uno futbolista vital en los esquemas de Luis Enrique, aunque como fueron expresando sus compañeros en esta gira estadounidense, “lo que quiere y necesita es jugar más”.
Pedro tiene claro su rol en el equipo y que no quiere perjudicar a nadie con una futura decisión. El atacante medita, eso sí, esperar a la disputa de la Supercopa de Europa (y posiblemente la de España) para hacer las maletas, si realmente ese es su deseo definitivo.
En el Barcelona el discurso lo tienen más que claro y de cara a la opinión pública pedirán la cláusula del jugador para concederle la libertad. Esta es de 150 millones de euros, aunque desde el mes de marzo el canario sabe que si trae una oferta de 30 millones de euros, desde el área deportiva y presidencial estudiarían con cariño la operación.