En tiempos del Mundial Sub 17, es común recordar a los jóvenes que a lo largo de los últimos años han representado a México en distintas ediciones de este torneo, donde han sido más las sensaciones positivas que las adversas; sin embargo, para César Villaluz, que acarició el éxito en Perú 2005, convirtiéndose en campeón del orbe, el seleccionado nacional es más que un contendiente a este nivel, para el futbolista surgido en Cruz Azul, el Tri es potencia en dicha categoría.
"Creo que ha sido varias las generaciones las que han demostrado que la preparación de los jóvenes es la adecuada; intervienen muchos factores, desde los enfrentamientos previos a un Mundial Sub 17, hasta la mano del entrenador, pero creo que desde Perú (2005), las cosas se han hecho bien especialmente en este nivel y me da gusto. Hemos demostrado que se le puede jugar al tú por tú a selecciones históricas como Brasil y vencerlas. En este nivel, México es una potencia", asegura vía telefónica.
El problema, para Villaluz, viene después de los jóvenes ya mostraron su talento a nivel internacional, pues la responsabilidad de conducir sus carreras recae en gran parte en los directivos de sus clubes: "No se les da mucha oportunidad, o continuidad y con los chavos hay que tener más paciencia". De hecho, César recuerda un suceso que pudo cambiar el rumbo de su trayectoria: "Tuve la posibilidad de ir a Europa después del Mundial, pero la directiva de Cruz Azul decidió que me quedara y no me dejó ir".
Actualmente, dirigidos por Mario Arteaga, otro grupo de jóvenes disputa en la India el torneo que catapultó a Villaluz, Carlos Vela o Giovani Dos Santos a la fama hace doce años... Y aunque no se considera apto para aconsejarle cómo conducirse, César sí se anima a mandarles un mensaje: "Ojalá disfruten esta experiencia, trasciendan o no, no importa, que se entreguen al máximo, porque es una de las mejores etapas como jugador. Les deseo el éxito y que regresen con el título".