España ya está entre las dos mejores selecciones de Europa de las 48 que empezaron. Estar aquí ya es un éxito pero, llegado a este punto, ¿solo se piensa en ganar?
Por supuesto. Muchas vienen de jugar finales y de no haberlas ganado y eso va sumando y se convierte en más ganas. Nos estamos acostumbrando a llegar a las finales, pero todos sabemos que no es normal. Jugar una final es muy complicado. Hay que aprovecharlo como si fuera la última porque no sabes si vas a jugar otra.
La última vez que España ganó un Europeo Sub-19 fue en 2004. Han pasado 11 años. ¿España tiene más argumentos que nunca para volver a lograrlo?
Yo pienso que sí. El grupo que se ha formado es extraordinario, sobre todo por la experiencia internacional que han acumulado las jugadoras. Eso es un punto a favor nuestro muy importante, sobre todo a la hora de poder competir, y si podemos desarrollar nuestro juego bien, creo que el partido lo podemos sacar adelante.
Tres finales Sub-19 en cuatro años. ¿No es casualidad?
No. Es el fruto del trabajo de todos los que trabajamos en el fútbol femenino español, los clubes, territoriales, federación española, los medios, que cada vez nos hacéis más caso y eso se nota porque las jugadoras se sienten reconocidas y se sienten importantes, y esto es el éxito de todos. Tanto si se consigue el oro como la plata es para darnos la enhorabuena a todos.
Se repite la final de 2012. Entonces la dirigía su padre, Ángel Vilda. ¿Enfrentarse a una vieja conocida es una ventaja?
Es un equipo al que nos hemos enfrentado bastantes veces. No ha cambiado su forma de jugar. Nosotros tampoco. En aquella final lo que más recuerdo es que se jugó bien, se compitió bien, pero un error puntual en la segunda parte de la prórroga nos dejó sin levantar el trofeo. Está claro que tenemos ganas. Yo, personalmente, estuve en el banquillo en esa final, y como el fútbol te da revancha, no la vamos a desaprovechar.
Suecia tiene más licencias (170.000), una liga profesional… ¿Eso la hace favorita?
Suecia ha tenido una fase de grupos distinta a la nuestra. La nuestra ha sido competición pura y dura en los tres partidos; ellas lo han tenido más tranquillo. Llegó al tercer partido ya clasificada, dio descanso a muchas jugadoras ante Francia. En la semifinal también llegó a la prórroga y los penaltis, pero ellas en cuanto a poderío físico están por encima. Igual llegan más frescas, pero este equipo tiene un corazón enorme y unas ganas tremendas para estar ahí.
¿La experiencia de nuestras jugadoras es entonces un grado?
Sí y lo están demostrando. No solo en los partidos. También en la forma de entrenar, en la preparación mental de los entrenamientos. Son jugadoras con muchas horas de viaje y deben aprovechar todo esto.