Durante más de 100 años, los equipos de la Liga Americana han conseguido distintas rachas de triunfos. Algunas han sido más largas que otras. Varias han llegado a los dos dígitos.
Pero ninguna ha sido como la que ostentan ahora los Indios. Es una seguidilla para el recuerdo.
Los Indios fijaron un récord de la Americana el miércoles, al enhebrar su 21er triunfo consecutivo, esta vez por 5-3 sobre los Tigres de Detroit. Se sumaron así a sólo otros dos equipos en los últimos 101 años en hilvanar tal cantidad de triunfos.
Jay Bruce bateó un jonrón de tres carreras contra Buck Farmer (4-3), el puertorriqueño Roberto Pérez agregó un vuelacerca solitario y Mike Clevinger (10-5) hiló su cuarta victoria seguida.
Y los Indios empataron con los Cachorros de Chicago de 1935, de la Liga Nacional, con la segunda racha ganadora más larga en la historia de Grandes Ligas desde 1900. Es un logro auspicioso para un equipo que busca conjurar la sequía más larga de las Grandes Ligas en lo que se refiere a títulos de la Serie Mundial.
“¿Quién pudo haber imaginado que estaríamos en esta situación?”, preguntó Bruce. “Yo no”.
Hay que creerlo.
Cleveland superó los 20 triunfos logrados por Oakland en 2002, la marca de la Liga Americana, que se fundó en 1901. Aquella proeza de los Atléticos inspiró la película “Moneyball”.
El nuevo triunfo colocó a Cleveland a cinco victorias de alcanzar a los Gigantes de Nueva York de 1916, que hilaron 26 triunfos sin derrota, aunque esa marca incluye un empate.
Dominantes en todas las facetas del juego, los Indios no han caído en 20 días, y en general ni siquiera han estado en peligro de perder durante la racha.
Sin embargo, tuvieron que sobreponerse a un costoso error y apoyarse en su bullpen para mantener a raya a los Tigres, que llegaron a acercarse por 4-3 en la pizarra.
“Creo que los jugadores están disfrutando esto”, dijo el manager Terry Francona, en medio de la música que resonaba a todo volumen en el clubhouse. “Deben hacerlo. Creo que lo más bonito de este deporte es cuando haces las cosas bien. Esto es muy significativo. Los chicos están jugando bien y para ganar”.
Se preguntó a Francona si la racha de los Gigantes debe considerarse el récord vigente, pese a que incluye un empate.
“Yo no estaba ahí”, respondió, entre risas. “No he pensado en eso, en absoluto. Les juro que no lo he reflexionado”.
Cuatro relevistas completaron la faena por los Indios. Cody Allen se apuntó su 27mo rescate del año.
Frente a 29.346 ruidosos aficionados que se pusieron de pie, Allen retiró a Ian Kinsler para el último out.
Durante la racha, que inició con una victoria de 13-6 sobre la estrella de Boston Chris Sale el 23 de agosto, Cleveland rara vez ha estado en aprietos.
Los abridores de los Indios tienen marca de 19-0 con 1.70 de efectividad, y el equipo ha superado a sus oponentes por una pizarra global de 139-35. Además, han estado en desventaja en apenas cuatro de los 189 innings que han jugado.
Otra estadística impresionante: el equipo ha conectado más jonrones (40) que las carreras permitidas por sus lanzadores.
Y al apilar una victoria sobre otra, los campeones defensores de la Americana han recortado a cuatro su “número mágico” de juegos para apoderarse de su segundo título seguido de la División Central. Han arrebatado a los Astros de Houston el mejor record de la liga, que será relevante en la postemporada porque el equipo con la mejor marca tiene la ventaja de disputar más partidos en casa.
Cleveland inicia una serie de cuatro encuentros el jueves frente a Kansas City, al que superó 20-0 en su visita de tres días el mes pasado.
Por los Tigres, el venezolano Miguel Cabrera de 4-1 con una anotada. El dominicano Jeimer Candelario de 4-1 con una remolcada. El cubano José Iglesias de 3-0.
Por los Indios, los puertorriqueños Francisco Lindor de 4-2 con una anotada, Pérez de 3-1 con una anotada y una remolcada. Los dominicanos José Ramírez de 3-1 con dos anotadas, Edwin Encarnación de 4-1 con una producida, Carlos Santana de 3-1.